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Escapadas: queda a dos horas de Barcelona y es uno de los pueblos más hermosos de la Costa Brava

Playas cristalinas, miradores con vistas de ensueño y una gastronomía inolvidable. Este pueblo costero en la provincia de Girona es uno de los destinos más hermosos para hacer una escapada.

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España es un país lleno de encanto, con una diversidad de paisajes que ofrecen experiencias únicas en cada rincón. Las playas españolas son algunas de las más hermosas y concurridas del mundo, y la Costa Brava es una de las regiones más populares para aquellos que buscan un destino así. este cordón costero de la provincia de Girona

Dentro de la Costa Brava se encuentra Calella de Palafrugell, un lugar que combina el encanto de un pequeño pueblo con la belleza de sus playas. Con una gran variedad de actividades para toda la familia, aguas cristalinas y miradores, éste es un lugar ideal para una escapada de fin de semana o unas vacaciones en familia.

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En dónde queda

Calella de Palafrugell es uno de los asentamientos costeros del municipio de Palafrugell, ubicado en el Bajo Ampurdán (Baix Empordà). Su litoral se caracteriza por ser bastante abrupto y cuenta con pequeñas calas, promontorios y puntas rocosas.

Al norte, limita con el núcleo de Llafranc, también en el término municipal de Palafrugell, y al sur con las playas pertenecientes al municipio de Mont-ras. En su extremo sur se ubica el Espai Natural Protegit de Castell-Cap Roig, un lugar de excepcional belleza situado sobre un cabo rocoso de color rojizo.

Historia de Calella de Palafrugell

El municipio de Palafrugell tiene en su haber dos vestigios históricos: el dolmen de Llafranc, que se remonta al cuarto milenio a.C., y el poblado ibérico del faro de San Sebastián, que data del siglo VI a.C.

Calella, por su parte, surgió como una aldea de pescadores que debió enfrentar los embates de los piratas y corsarios. Para prevenir dichos ataques, se erigieron diversas torres de vigilancia que, aunque han sido sometidas a reformas, aún forman parte de algunas casas y masías de la zona.

La incursión turística en Calella se inició durante los años sesenta del siglo XX y, aunque su avance ha sido moderado en comparación con otras localidades de la Costa Brava, continúa hasta la actualidad.

Qué hacer en Calella de Palafrugell

Casco Antiguo

La Iglesia de San Pedro es parte del casco histórico de Calella de Palafrugell (Fuete: Shutterstock)

El conjunto de calles que forman el casco antiguo es uno de los lugares imperdibles para visitar en Calella de Palafrugell. Estas calles estrechas, como la de les Voltes y la Gravina, están rodeadas de casas blancas de dos pisos con techos inclinados de tejas y decoradas con flores, cautivan a primera vista.

Otro punto destacado del casco antiguo es la Iglesia de San Pedro, construida entre 1884 y 1887, que se destaca por su sencillez y su torre cuadrada.

Jardines de Cap Roig

Las 17 hectáreas de los Jardines de Cap Roig alberga cerca de 1000 especies de todo el mundo (

Ubicados en uno de los cabos más emblemáticos de la costa catalana, estos jardines botánicos impresionan por el contraste entre el color rojizo de sus rocas y las diversas tonalidades de azul del agua, que es una de las más sorprendentes en todo el Mediterráneo.

El matrimonio formado por el coronel ruso Nicolai Woevodsky y la aristócrata inglesa Dorothy Webster fueron los creadores de este rincón mágico de 17 hectáreas que alberga cerca de 1000 especies de flores todo el mundo y varias esculturas de arte contemporáneo, convirtiéndolo en uno de los lugares más visitados de Cataluña.

Además de sus impresionantes miradores y jardines, otro de los puntos destacados de los jardines es el Castillo de Cap Roig, donde se monta un auditorio al aire libre cada verano para albergar uno de los festivales de música más prestigiosos del mundo.

Playa de Port Bo

La Playa de Port Bo es la más conocida de Calella de Palafrugell (Fuente: Shutterstock)

Esta playa de 55 metros de longitud y una anchura media de unos quince metros brinda vistas impresionantes de las famosas Voltes, una serie de arcos construidos en el siglo XIX, que enmarcan un hermoso paseo porticado.

La entrada al mar es de pendiente suave y el fondo marino está cubierto de arena en los primeros metros. En el paseo marítimo, hay varios bares, restaurantes, heladerías y otros comercios, y las barcas de pescadores varadas en la playa le dan un toque pintoresco y encantador a este rincón.

Además, la plazoleta que se encuentra junto a la playa es el escenario de muchos festejos, como el baile de sardanas los sábados de verano, y la popular cantada de habaneras, que se celebra el primer sábado del mes de julio.

Miradores

Los miradores brindan algunas de las vistas más espectaculares de Calella de Palafrugell (Fuente: Shutterstock)

Calella de Palafrugell se disfruta enormemente reposando sobre la arena de sus calas, al borde del agua. Pero otro de sus encantos es contemplarla en conjunto desde miradores que ofrecen una vista tan impresionante de día, que parece una postal, y también de noche, cuando el puerto se ilumina y refleja su imagen brillante sobre un espejo de mar.

Hay varios de estos balcones privilegiados, como el Mirador de Manel Juanola i Reixach, que lleva el nombre del farmacéutico de Palafrugell que creó la fórmula de las famosas pastillas Juanola, o la Punta dels Burricaires, una lengua de roca que se adentra varios metros en el agua hasta culminar en un pequeño mirador circular con vistas al Mediterráneo.

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Gastronomía

Suquet de peix, uno de los platos más consumidos en Calella de Palafrugell. (Fuente: Shutterstock)

La gastronomía de Calella de Palafrugell está muy ligada al mar, por lo que la mayoría de sus platos tienen como base el pescado y los mariscos. La tradición pesquera de la zona se remonta a siglos atrás, y ha sido transmitida de generación en generación, lo que ha dado lugar a una rica variedad de recetas y platos típicos.

Entre los platos más destacados de la gastronomía de este pueblo se encuentra el suquet de peix, un guiso de pescado con patatas y alioli, que se considera uno de los más típicos de la región. También populares son el arroz caldoso con bogavante, el fideuà (fideos con mariscos), y la llagosta a la cassola (langosta en cazuela).

No se pueden dejar de probar las gambas de Palamós, uno de los mariscos más apreciados de la zona, y las navajas a la plancha. También es muy popular el pa amb tomàquet, un plato que consiste en pan tostado con tomate, aceite de oliva y sal.

Cómo llegar a Calella de Palafrugell

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