Las personas que planean disfrutar de los últimos días de las vacaciones de verano con un viaje exprés o escapada de un día pueden recorrer alguno de los encantadores pueblitos y municipios que hay escondidos en los diversos rincones de España.
Uno de estos fascinantes sitios es Llívia, un pueblo que pertenece a la provincia de Girona, en la comunidad autónoma de Cataluña, que está rodeado de naturaleza y paisajes únicos por descubrir.
¿Qué hacer en Llívia?
Este encantador pueblo medieval lleno de historia pertenece a España, pero está dentro del territorio de los Pirineos Orientales en Francia y solo se puede acceder a él traspasando las fronteras españolas.
Una de las actividades recomendadas es recorrer las calles empedradas de su casco histórico, apreciar la belleza de las casas de montaña y sus construcciones medievales.
El museo de la Farmacia Esteve es uno de los puntos imperdibles para conocer, ya que data del siglo XV (aproximadamente en 1415) y se considera la primera de Europa. En su tiempo, era famosa por crear fórmulas magistrales de la mano de su fundador Jaume Esteve.
Otro de los puntos turísticos de Llívia es la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, que fue construida en el siglo XVI y representa un pedazo de historia viva del lugar.
Además, la Torre de Bernat de So, el Castillo de Llívia, el Parque de Sant Guillem son otros de los puntos de interés más visitados por los turistas que se acercan a esta villa medieval.
¿Cómo llegar a Llívia?
Los viajeros que deseen visitar este encantador pueblito español desde el centro de Barcelona en coche particular deberán realizar un recorrido aproximado de dos horas por la C-16.
Por otro lado, los turistas que viajen en transporte público deberán tomarse un autobús de la empresa ALSA desde Ronda Universitat hasta Llívia y tendrán un recorrido aproximado de tres horas.
Un dato a tener en cuenta es que los pasajes podrán solicitarse desde la página web de la empresa, por teléfono o directamente en la estación.