

La Agencia Tributaria ha decidido que las víctimas de fraudes digitales podrán deducir las pérdidas sufridas en su próxima declaración de la Renta. Según ha confirmado Hacienda, esta decisión responde al aumento de estafas tecnológicas que afectan a miles de contribuyentes en toda España.
Hacienda permite que ciertos ciudadanos puedan computar la pérdida como una disminución en su base imponible. No obstante, esta desgravación no es automática, será necesario acreditar el fraude mediante resoluciones judiciales válidas.
Las estafas en la declaración de la Renta que Hacienda ahora reconoce como pérdida patrimonial
Hacienda ha oficializado que tres tipos de estafas electrónicas conocidas como phishing, vishing y smishing podrán incluirse como pérdidas patrimoniales en la declaración de la Renta de 2025.

Esta decisión surge en respuesta al creciente número de fraudes tecnológicos sufridos por particulares en España, especialmente durante la campaña de Renta, cuando los ciberdelincuentes suplantan a organismos oficiales como la propia Agencia Tributaria para engañar a los contribuyentes.
En concreto, estas estafas consisten en obtener datos bancarios o personales a través de correos electrónicos, llamadas o mensajes de texto fraudulentos. La inclusión de estos fraudes en la declaración permite reducir la base imponible del IRPF, pero solo si se acredita adecuadamente el perjuicio económico sufrido.
Según ha detallado la Agencia Tributaria, para poder aplicar esta deducción no basta con denunciar el hecho: se requiere una resolución judicial firme que demuestre la pérdida patrimonial derivada del delito.
Cómo actuar si has sido víctima de una estafa reconocida por Hacienda
La decisión de Hacienda de incluir ciertas estafas en la declaración de la Renta ofrece un alivio fiscal y plantea la necesidad de que los ciudadanos sepan cómo reaccionar ante este tipo de fraudes.
Ser víctima de un engaño digital puede generar confusión e impotencia, pero seguir los pasos adecuados es clave para poder acceder a la desgravación y protegerse frente a futuras amenazas.

En primer lugar, es esencial recopilar toda la información relacionada con el fraude: capturas de pantalla, mensajes recibidos, comprobantes bancarios o cualquier otro documento que demuestre la existencia de la estafa. A continuación, se debe denunciar formalmente ante la Policía Nacional o Guardia Civil y dar aviso al banco o entidad afectada.
Sin embargo, lo más importante a efectos fiscales será conseguir una resolución judicial que certifique la pérdida patrimonial, ya que Hacienda no aceptará la deducción sin esa prueba legal.












