

El precio de la luz vuelve a ser una preocupación para los hogares que más dependen de las ayudas públicas. A pesar de seguir dentro del sistema de protección, miles de familias verán incrementada su factura mensual desde este lunes. El motivo es claro: el bono social eléctrico pierde fuerza.
A partir del 1 de julio de 2025, el Gobierno ha reducido los descuentos reforzados del bono social eléctrico, una medida adoptada en plena crisis energética en 2022 y que ahora entra en fase de retirada gradual. La medida impacta especialmente en los consumidores más necesitados, que seguirán recibiendo ayuda, pero menor.
Los nuevos descuentos del bono social eléctrico en julio
Desde este lunes, las rebajas en la factura para quienes reciben el bono social de luz han cambiado. El descuento para los considerados consumidores vulnerables pasa del 50% al 42,5%, mientras que los vulnerables severos ven reducido su descuento del 65% al 57,5%, según recordó Selectra, consultora energética especializada.

Esta rebaja representa una diferencia concreta en la factura de cada mes. Por ejemplo, para un hogar con un consumo promedio de 270 kWh, la subida representa unos 10,50 euros más al mes para los consumidores vulnerables y 7,60 euros para los vulnerables severos, de acuerdo con las estimaciones elaboradas por la propia compañía.
Más de 1,7 millones de hogares, afectados por la medida
El bono social eléctrico no desaparece, pero pierde potencia en el apoyo que brinda. Según datos recopilados por Selectra, a partir de informes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), durante 2025 se ha registrado un aumento del 6% en el número de personas que cumplen los requisitos para solicitar esta ayuda. Actualmente, más de 1,7 millones de puntos de suministro están bajo este régimen de tarifa regulada con bonificación.
Esta ayuda está dirigida exclusivamente a quienes cumplen una serie de requisitos:
Tener contratada la tarifa regulada (PVPC).
Ser el titular del contrato.
No superar una potencia contratada de 10 kW.
Acreditar condiciones económicas ajustadas al IPREM y vivir en la vivienda habitual.
También se aplica a familias numerosas, pensionistas con prestaciones mínimas y personas con discapacidad o dependencia, siempre que cumplan los criterios económicos establecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica.
Habrá más recortes al bono social en 2026
Este ajuste de julio no será el último. El propio Ejecutivo ya anticipó que, si no hay nuevos cambios, en enero de 2026 los descuentos del bono social volverán a bajar: del 42,5% actual al 35% en el caso de los consumidores vulnerables, y del 57,5% al 50% para los vulnerables severos.
Esta medida forma parte de un proceso de retirada progresiva del refuerzo extra aplicado desde 2022, en el contexto del alza de los precios energéticos por la guerra en Ucrania y la inflación generalizada. Desde entonces, se han ido escalonando las reducciones para acercarse de nuevo al sistema de ayudas ordinarias vigente antes de la crisis.

El bono social sigue activo, pero el apoyo económico será cada vez menor, lo que obliga a muchas familias a reorganizar sus finanzas o reducir su consumo eléctrico ante el encarecimiento paulatino de la factura.














