

Este martes, la chimenea del Vaticano expulsó humo negro, señal clara de que los cardenales aún no han llegado a un acuerdo para elegir al nuevo Papa.
El humo negro significa que ninguna de las votaciones ha alcanzado la mayoría de dos tercios que se necesita para proclamar un nuevo pontífice. Las votaciones continúan con dos rondas por la mañana y dos por la tarde, y no hay una fecha fija para que termine el cónclave.

Todo el mundo está a la espera del humo blanco, que indicará que finalmente hay un nuevo Papa. Hasta entonces, solo queda seguir atentos.
Tristeza en el Vaticano: todavía no está definido quién será el próximo Papa
Los cardenales se encaminaron hacia la Sixtina a las 16.30 hora local (14.30 GMT) tras permanecer cerca de 15 minutos en la cercana capilla Paulina para una oración inicial oficiada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, primero de los cardenales obispos, pues el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, es mayor de 80 años y no puede participar en el cónclave.
Antes de la procesión, Parolin les recordó en latín que entrarán en cónclave "para elegir al Romano Pontífice y que toda la Iglesia está unida a ellos en oración invoca la gracia del Espíritu Santo para que sea elegido un digno pastor del rebaño de Cristo".
Después comenzó la procesión, encabezada por una cruz, seguida de los miembros de la Capilla Musical Pontificia, algunos prelados y los ceremonieros, así como el Maestro de las Celebraciones Pontificias, Diego Ravelli, y el padre Raniero Cantalamessa, encargado de la meditación que escucharán los cardenales antes de votar.
Detrás iban los cardenales, en orden inverso de precedencia: primero los de la orden de los diáconos, seguidos de los presbíteros y de los obispos, mientras que respondían a la "Letanía de los santos", en la que invocan la ayuda de los grandes santos de la historia del cristianismo.

La procesión salió de la Capilla Paulina, que recibe su nombre del papa Pablo III, quien hacia el año 1540 encargó su construcción y que cuenta con dos imponentes frescos de Miguel Ángel - "La conversión de San Pablo" y "La Crucifixión de San Pedro"- hasta llegar a la Sixtina, atravesando la Sala Regia.
También allí los cardenales electores concelebran la misa 'De Spiritu Sancto' todos los días del cónclave para invocar la ayuda de Dios.
Una vez que han entrado todos en la Sixtina, se invocará la ayuda del Espíritu Santo cantando el "Veni Creator" ("Ven Espíritu creador"), himno en latín con el que se solicita solemnemente su presencia y ayuda, y se procederá el juramento.
El humo negro confirma que aún no hay sucesor de Francisco
A las 21.00 horas (19.00 GMT), una columna de humo negro comenzó a salir de la chimenea instalada sobre la Capilla Sixtina, señal de que los cardenales no alcanzaron un consenso en la primera votación del cónclave. La deliberación había comenzado oficialmente poco después de las 17.46 (15.46 GMT), momento en que se cerraron las puertas tras el tradicional "Extra Omnes" ("Todos fuera") pronunciado por el Maestro de Ceremonias vaticano, Diego Ravelli.
Se trató de la primera votación para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. La jornada, cargada de simbolismo, fue seguida con atención por más de 30.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro, según estimaciones de la policía. La larga espera alimentó la expectación, mientras todas las miradas se centraban en la chimenea de la Capilla Sixtina. En su tejado, una gaviota -y en ocasiones dos- se posó durante horas, convirtiéndose en la observadora más cercana del proceso.
Este jueves, los 133 cardenales con derecho a voto -menores de 80 años- retomarán las deliberaciones a partir de las 9.00 horas. Se prevén dos votaciones en la mañana y otras dos por la tarde. Si no se alcanza un acuerdo en las primeras rondas de cada turno, habrá dos fumatas: una hacia las 12.00 y otra alrededor de las 19.00 horas locales (10.00 y 17.00 GMT).
En caso de que el humo blanco aparezca antes de esos horarios, se entenderá que uno de los candidatos ha alcanzado la mayoría requerida de dos tercios, equivalente a 89 votos.
Antes del cierre de puertas este miércoles, los cardenales prestaron juramento ante los Evangelios, comprometiéndose a guardar "el secreto" sobre "todo lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio".
Fuente: EFE












