

La tensión geopolítica crece en varios frentes. Mientras la atención está centrada en Oriente Medio, una nueva amenaza surge en Asia oriental. China y Rusia, dos potencias nucleares con una larga relación diplomática, podrían estar al borde de un conflicto sin precedentes.
Documentos filtrados del servicio de inteligencia ruso (FSB) señalan que China estaría considerando reclamar territorios cedidos a los zares en el siglo XIX. Esta posibilidad genera inquietud en las principales capitales del mundo y reaviva antiguas disputas limítrofes.

Qué territorios están en juego entre China y Rusia
El punto más sensible es la isla Bolshoy Ussuriysky, actualmente bajo administración compartida entre ambos países. En 2023, China publicó un nuevo mapa oficial en el que aparece como parte exclusiva de su territorio.
Esta acción desató protestas diplomáticas en otros países como India, Malasia y Filipinas. Sin embargo, Moscú guardó silencio. La dependencia económica de Rusia hacia China podría explicar esta cautela. El presidente Vladimir Putin evitó confrontaciones directas con su principal socio comercial.
Existen indicios de una ruptura en la alianza chino-rusa
A pesar de haber firmado un Tratado de Amistad en 2001, el FSB clasifica a China como una amenaza potencial. El monitoreo a ingenieros e investigadores chinos en Siberia es una muestra de la desconfianza que persiste entre ambos aliados.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, la relación se ha vuelto más desequilibrada. China ha aumentado su inversión en sectores estratégicos rusos como la energía y los semiconductores. Este avance incrementa la vulnerabilidad de Moscú y fortalece la posición de Pekín.
Cuáles son los movimientos militares recientes de China
En junio de 2025, China desplegó 74 aeronaves militares cerca de Taiwán, la cifra más alta en ocho meses. Esta acción fue interpretada por analistas como una demostración de fuerza.
Además, China proyecta contar con varios portaaviones operativos en el Pacífico y el Océano Índico para 2040, consolidando su presencia naval. Su ambición de convertirse en una superpotencia militar global es clara.
Qué consecuencias tendría una guerra entre Rusia y China
Un conflicto directo entre ambas naciones podría tener consecuencias catastróficas. Rusia posee el arsenal nuclear más grande del mundo, con unas 5580 ojivas, de las cuales unas 1710 están listas para ser utilizadas.

Por su parte, China cuenta con unas 500 ojivas nucleares y planea superar las 1000 para 2030. Su estrategia se centra en el desarrollo de misiles hipersónicos, submarinos balísticos y sistemas de lanzamiento móvil.
Un conflicto entre ambas potencias no solo pondría en riesgo a Asia, sino a toda la seguridad internacional. El equilibrio mundial podría cambiar drásticamente si se rompe la alianza entre China y Rusia.












