Madrid

No tiene casa, pero evita los robos en un Apple Store: como premio, lo dejan ver películas en una Mac de exposición

Damián, un hombre sin hogar en Madrid, se ha convertido en un vigilante improvisado del Apple Store de Sol mientras disfruta de su pasión por el cine.

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La historia de Damián Catalin, un hombre sin hogar de 40 años, es un reflejo de las desigualdades sociales en Madrid. Desde los 15 años vive en la calle, pero ha encontrado en el Apple Store de la Puerta del Sol un lugar de refugio y, curiosamente, de propósito. Allí pasa las horas viendo películas en un MacBook Pro de exposición, lo que le ha permitido convertirse en un cinéfilo autodidacta mientras ayuda a prevenir robos en la tienda.

El personal del establecimiento ya lo reconoce como parte de su rutina diaria. A cambio de su discreto rol como vigilante, Damián recibe no solo agradecimientos, sino también tolerancia para disfrutar de las instalaciones tecnológicas, un gesto que resalta la humanidad detrás de las políticas corporativas.

Un vigilante no oficial en plena Puerta del Sol

Damián no es un guardia de seguridad, pero su atención constante ha sido clave para frustrar intentos de robo en una de las tiendas más emblemáticas de Apple en España. Recientemente, alertó al personal sobre un turista que intentaba llevarse unos AirPods sin pagar, logrando que los empleados actuaran a tiempo. Según su relato a El País, su motivación no es otra que devolver algo al lugar que le ha ofrecido un espacio donde estar.

La Apple Store de Sol, con horario amplio incluso en días festivos, se ha convertido en un punto de encuentro para locales y turistas. Este ambiente abierto también ha facilitado que personas en situación de vulnerabilidad, como Damián, encuentren allí una pequeña tregua en su dura realidad. Sin embargo, esto no deja de ser un reflejo de una sociedad donde las soluciones temporales predominan sobre las de fondo.

No tiene casa, pero evita los robos en un Apple Store: como premio, lo dejan ver películas en una Mac de exposición. (Imagen: archivo)

Cine como refugio y cultura como motor

Damián ha visto más de 100 películas en los ordenadores de exposición, consolidando su amor por el cine y descubriendo clásicos a través de YouTube y otras plataformas. En sus palabras, "internet es el lugar donde me gusta estar si no tengo otro sitio a donde ir". Este acceso al contenido cultural, aunque limitado, ha sido una ventana al mundo y una forma de escapar de su difícil día a día.

La Asociación Realidades, que trabaja con personas sin hogar en Madrid, ve en casos como el de Damián un "bonito parche", pero insiste en que no puede ser la solución. Según cifras de la entidad, hay más de 4.000 personas viviendo en la calle en la Comunidad de Madrid. Proponen iniciativas que prioricen el acceso a la educación y la cultura como herramientas para la reintegración social.

Una realidad compleja sin soluciones fáciles

La historia de Damián también refleja los vacíos de un sistema que no logra dar respuestas integrales a quienes viven en la calle. Desde su infancia en Rumanía, marcada por el abandono y un orfanato que él describe como "una cárcel", hasta su adolescencia en Madrid con una familia adoptiva que nunca lo buscó tras su huida, su vida ha sido una constante lucha por sobrevivir. A pesar de todo, su ingenio y resiliencia lo han llevado a encontrar formas creativas de sobrellevar su situación.

En un mundo donde la tecnología y la conectividad son esenciales, historias como la de Damián nos invitan a reflexionar sobre cómo los espacios comerciales pueden ser algo más que lugares de consumo. ¿Es posible que empresas como Apple adopten políticas más inclusivas para quienes, como él, buscan algo más que un producto? Por ahora, Damián sigue encontrando en la Apple Store no solo un refugio, sino también una oportunidad para contribuir y sentirse parte de una comunidad.

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