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Los plátanos son una de las frutas más consumidas, pero también de las más delicadas. Su maduración es rápida y muchas veces, en pocos días, pasan de estar perfectos a demasiado blandos o con la piel oscura. Es habitual recurrir a métodosdeconservación.
Entre las prácticas más conocidas está guardarlos en bolsas de plástico o envolverlos en papel de aluminio, aunque no todos los trucos funcionan igual, por eso una investigación comprueba el mejor.
Bolsas de plástico o papel de aluminio: la mejor opción para conservar los plátanos
Para descubrir la mejor manera de mantenerlos frescos, la ingeniera de alimentos Montserrat Meléndez realizó un experimento analizando diferentes formas de almacenamiento.
Los resultados dejaron claro qué método es el más eficaz y cuáles no tienen un impacto en la conservación de los plátanos. La prueba comparó tres técnicas distintas durante seis días:
- Envolver un extremo del plátano en papel de aluminio.
- Guardarlo en una bolsa de plástico.
- Dejarlo en la nevera sin envoltura adicional.
El análisis mostró que el uso de papel de aluminio no hacía una diferencia notable en la ralentización del proceso de maduración. En cambio, la bolsa de plástico redujo la exposición al oxígeno, permitiendo que los plátanos se conservaran mejor.
Sin embargo, el método más efectivo fue la refrigeración, ya que el frío ralentiza la producción de etileno, el gas responsable de acelerar su deterioro.
Trucos para alargar la frescura de los plátanos
Si quieres que los plátanos duren más tiempo en buen estado, además de guardarlos en la nevera, puedes aplicar estos consejos:
- Mantenerlos alejados de otras frutas: el etileno que desprenden manzanas y peras puede hacer que maduren más rápido.
- Colgarlos en un soporte: así se evita que se golpeen o presionen unos contra otros, lo que ayuda a prolongar su frescura.
- Congelarlos pelados: si tienes plátanos muy maduros, puedes cortarlos y guardarlos en un recipiente hermético en el congelador para usarlos en batidos o postres.