

En un profundo análisis proveniente de la Comunidad Valenciana, nos sumergimos en el fascinante y complejo mundo de la pesca y los frutos que de ella derivan.
Pero no es el sabor o las recetas lo que hoy nos lleva a adentrarnos en estas aguas, sino la preocupante realidad nutricional y medioambiental de tres pescados que, silenciosamente, ocupan cada vez más espacio en nuestra dieta, tal como lo explica el doctor Roberto Méndez en un artículo publicado en El Español: la panga, la tilapia y la perca.
Panga: más allá de la cena, un cocktail de preocupaciones
Famosa en el sudeste asiático y notablemente presente en supermercados españoles, la panga ha sido identificada con preocupantes niveles de mercurio, con algunos ejemplares alcanzando hasta los 0,5 mg/kg, según estudios publicados en Chemosphere. ¿Un dato alarmante? Sin dudas, si consideramos que España es el principal importador y consumidor de panga europeo, con un 90% proveniente de ríos contaminados en Vietnam, donde además la industrialización de su cría introduce la cuestión de residuos de pesticidas. Y como si todo esto fuera poco, su valor nutricional se desploma en comparación con pescados locales, como la merluza.

Tilapia: popular en las pesas, ¿saludable en la dieta?
Por otro lado, la tilapia, pese a no liderar en mercurio, siembra dudas acerca de los métodos de crianza en piscifactorías y las condiciones de hacinamiento que propician. El cuarto pescado más consumido en los Estados Unidos, con una media de 0,5 kg por estadounidense al año, también enfrenta críticas en cuanto a su aporte nutricional, pobre en proteínas y ácidos grasos omega-3en comparación con alternativas más saludables y populares.

Perca: bajo coste y pobre sabor, ¿merece la pena?
Finalmente, la perca, además de ser conocida engañosamente en algunos contextos como "perca del Nilo", se asocia a problemas de sobrepesca y contaminación en el lago Victoria. Su insípido sabor y baja calidad nutricional, junto a un contenido preocupantemente bajo en ácidos grasos omega-3, la ponen bajo el escrutinio, a pesar de su popularidad alimentada por su bajo coste.

El dilema de un bocado saludable: alternativas en el horizonte
Estos tres pescados, pese a su popularidad y bajo costo, son frecuentemente descartados por nutricionistas y profesionales de la salud por su pobreza nutricional y las preocupaciones ambientales que los rodean. Entonces, ¿a qué debemos prestar atención a la hora de elegir nuestro próximo pescado, de acuerdo a lo escrito por el doctor Méndez? La riqueza en proteínas y la presencia de ácidos grasos saludables, así como el contexto ambiental y social de su producción, son claves a la hora de optar por alternativas más sostenibles y nutritivas.
España, rica en costas y tradiciones marineras, ofrece una amplia gama de opciones en cuanto a pescados locales que no solo destacan por su sabor, sino también por su aporte nutricional y sostenibilidad.
Con este panorama, es más crucial que nunca apostar por prácticas de pesca sostenibles y una dieta que, además de ser consciente con el medio ambiente, también aporte los nutrientes necesarios para una vida saludable.















