

Durante décadas, fue apenas un rumor incómodo en los márgenes de la historia oficial. Pero desde el 2 de marzo de 2020, la Iglesia Católica abrió los archivos del Papa Pío XII, el pontífice que lideró el Vaticano durante uno de los capítulos más oscuros del siglo XX. ¿Su posible legado oculto? La ayuda directa o indirecta a la fuga de miles de criminales de guerra nazis por la llamada "ruta de las ratas", una red que los llevó desde Europa hasta Sudamérica.
Uno de esos fugitivos fue Franz Stangl, comandante de los campos de exterminio de Sobibor y Treblinka, responsable de casi un millón de muertes. Escapó de Austria en 1948, cruzó los Alpes, llegó a Roma y fue recibido por el obispo Alois Hudal con un frío: "Te he estado esperando". Con documentos falsos en la mano, Stangl viajó a Siria y más tarde se instaló en Brasil, donde vivió en libertad durante años.

La ruta de las ratas: cómo funcionaba la red de escape de los nazis
El itinerario no era casual. Desde Innsbruck o Graz, los criminales cruzaban los Alpes hasta Merano, Bolzano o Bressanone, donde eran alojados en monasterios. De allí partían hacia Roma, y con el aval de la Iglesia Católica accedían a pasaportes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que entre 1945 y 1951 emitió al menos 120.000 documentos.
"La ruta de las ratas no era un plan estructurado, sino una cooperación espontánea entre diferentes instituciones", explicó el historiador Daniel Stahl. A pesar de esa aparente informalidad, muchos de los peores verdugos del nazismo hallaron refugio. Algunos se escondían junto a víctimas del Holocausto que intentaban llegar a Palestina.
Los documentos de identidad emitidos por el CICR incluyen nombres falsos como "Riccardo Klement", la identidad utilizada por Adolf Eichmann, uno de los arquitectos del genocidio judío, quien también escapó a Argentina por esta red.
¿Sabía el Papa Pío XII lo que ocurría?
La pregunta que ahora vuelve a inquietar a historiadores y al propio Vaticano es: ¿cuánto sabía el Papa? ¿Fue una operación clandestina sin su conocimiento o un movimiento tolerado desde lo más alto? El historiador Hubert Wolf, experto en historia de la Iglesia, encabeza una investigación sobre los documentos del pontificado de Pío XII."Es una gran oportunidad para responder a muchas preguntas abiertas", dijo a DW.
Wolf plantea dos hipótesis: "Puede que el Papa no supiera nada y que miembros de su entorno se hayan aprovechado de eso. O puede que lo supiera todo y haya hecho la vista gorda". Algunos documentos incluso sugieren que Pío XII, influido por el miedo al comunismo, habría aprobado el envío de "personas confiables" a América Latina para contrarrestar la influencia soviética.
Si se demuestra que Pío XII tenía conocimiento sobre la identidad de figuras como Josef Mengele, se abriría una nueva y perturbadora dimensión histórica.
Un legado aún sin cerrar
Setenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia Católica aún debe enfrentarse a las consecuencias morales e históricas de sus decisiones. Las revelaciones de los archivos vaticanos podrían marcar un antes y un después en la comprensión de la posguerra y el rol de la Iglesia en la fuga de los responsables del Holocausto.
"Estamos hablando de 400.000 unidades de archivo", advierte Wolf. La búsqueda de la verdad recién comienza.













