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El buque insignia de la Armada Española, el Juan Carlos I, atraviesa uno de sus momentos más incómodos en plena misión operativa en el Mediterráneo. Desde hace semanas, su sistema de aire acondicionado está completamente fuera de servicio.

La situación es tan crítica que parte de la tripulación ha optado por dormir al aire libre, en cubierta, soportando temperaturas de hasta 40 grados. La avería coincide con una intensa ola de calor que afecta a buena parte del sur de Europa, y se produce mientras el buque participa en las maniobras del Grupo de Combate Expedicionario "Dédalo 25" bajo el mando de la OTAN.

Según testimonios recogidos por EL ESPAÑOL y difundidos también por Rajadas Tácticas, canal especializado en Defensa, el ambiente dentro del buque se ha vuelto "insoportable".

"No tenemos ventilación. La gente se muere de calor. Algunos están hacinados en la cocina con los vapores de los friegaplatos. Y no se pone solución y todavía nos quedan casi dos semanas", afirmó un miembro de la dotación al citado medio, bajo condición de anonimato.

La Armada autoriza dormir en cubierta por el calor extremo

La situación llegó a tal extremo que el alto mando del Juan Carlos I emitió una comunicación interna, autorizando a la infantería de Marina a pernoctar en la cubierta, bajo ciertas condiciones:

"Autorizado entre las 21 horas y las 7 horas, fuera de ese horario, el suelo quedará libre. Prohibido llevar colchones o almohadas del barco, cada uno que se lleve su esterilla/camilla/almohada de campo. No puede parecer un poblado hippie... Puede provocar un accidente si algo entra en una turbina de un Harrier o choca con las palas de un helo", reza el mensaje interno, difundido por EL ESPAÑOL.

El problema de refrigeración afecta especialmente a las zonas comunes y dormitorios de la tripulación. Según las mismas fuentes, el calor se percibe con menor intensidad en los habitáculos destinados a oficiales.

¿Qué es el ‘Juan Carlos I'? El buque insignia de la Armada

El Juan Carlos I es el mayor buque de guerra jamás construido por España.Mide 231 metros de eslora, 32 de manga y puede desplazar hasta 27.000 toneladas. Su diseño le permite operar como portaaeronaves, buque de mando, hospital y nave de asalto anfibio.

Su dotación habitual ronda los 295 efectivos, aunque actualmente transporta a 850 marinos. Entre sus capacidades destacan:

  • Transporte de hasta 30 aeronaves (helicópteros y aviones Harrier).
  • Dos quirófanos, unidad de cuidados intensivos y sala de hospitalización.
  • Participación en ejercicios internacionales como BALTOPS y Steadfast Dart 25.
  • Misión de apoyo civil durante la DANA en la Comunidad Valenciana en 2024.

Sin fecha de reparación y sin puerto a la vista

Pese al grave deterioro de la seguridad, las autoridades militares han denegado el atraque del buque en un puerto para solucionar la avería. La razón oficial es que el Juan Carlos I ingresará en el dique seco el próximo 25 de agosto para una reforma integral. Sin embargo, aún faltan 18 días para esa reparación.

"Se ha denegado el atraque a puerto para poder restablecer el sistema de aire acondicionado, alegando que el portaviones entrará supuestamente el día 25 en el dique seco", denuncian fuentes militares citadas por EL ESPAÑOL.

Además, otras embarcaciones como el Galicia también enfrentan problemas similares con sus sistemas de climatización, "sin previsión de arreglo".

ATME exige respuestas: "Situación de riesgo extremo"

La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha elevado el caso ante la Subsecretaría de Defensa.

En un comunicado oficial, han pedido explicaciones urgentes y medidas concretas: "Velamos para que las normas sobre prevención de riesgos laborales y sobre todo de las medidas sobre el peligro en el puesto de trabajo con temperaturas tan altas, ya que son situaciones de riesgo extremo, que pueden acarrear graves consecuencias en la salud de los marineros, sean llevadas con escrupulosa atención", señala ATME.

La asociación también ha solicitado detalles sobre cuántos marinos están durmiendo en cubierta, el estado del sistema de refrigeración y quién tomó la decisión de no atracar.

La falta de mantenimiento en equipos clave como los aires acondicionados pone sobre la mesa una cuestión más profunda: la insuficiente inversión en Defensa. Las Fuerzas Armadas arrastran déficits crónicos en mantenimiento y renovación de equipos, lo que afecta directamente a la operatividad y seguridad del personal desplegado.

Mientras tanto, la tripulación del Juan Carlos I sigue durmiendo bajo las estrellas, a la espera que el buque que representa el poder naval de España vuelva a tener condiciones básicas de habitabilidad.