El 42% de las casas que se venden en Asturias la compran extranjeros
La creciente adquisición de propiedades en Asturias por parte de compradores extranjeros plantea interrogantes sobre el futuro del mercado local.
Asturias se ha convertido en uno de los destinos más codiciados por los compradores extranjeros en la costa cantábrica de España. Estos compradores están adquiriendo casi la mitad de las propiedades disponibles en el Principado, lo que representa el 42% de todas las ventas de viviendas, una cifra que se eleva al 15% a nivel nacional.
El continuo incremento en el precio de las viviendas ha comenzado a generar preocupaciones entre los residentes locales sobre el potencial desarrollo de turismo masivo en la región.
Preferencia por las zonas rurales y de paisaje
Según un informe de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias, la mayoría de los compradores extranjeros en Asturias buscan propiedades para reformar en áreas rurales, atraídos por la belleza natural y la tranquilidad de la región.
Estos compradores provienen de diversos rincones del mundo, incluidos países como Inglaterra, Alemania y Taiwán, y tienden a preferir ubicaciones cerca de atracciones turísticas naturales como las playas o los Picos de Europa.
Asequibilidad y oportunidades de inversión
Los precios relativamente asequibles de las propiedades en Asturias permiten a estos compradores internacionales realizar inversiones significativas en renovaciones, transformando sus nuevas adquisiciones en hogares de ensueño en un entorno idílico.
Katia Domingo, presidenta de la Unión de Inmobiliarias, subrayó oportunamente que, para muchos de estos compradores, los costos son considerablemente más bajos en comparación con sus países de origen, lo que les permite realizar mejoras extensas y disfrutar de la alta calidad de vida que ofrece Asturias.
Impacto en los residentes locales
A pesar de los beneficios económicos que esta afluencia de capital extranjero puede traer, existe una creciente preocupación entre la población local sobre la posibilidad de que Asturias se convierta en una zona de turismo excesivo, lo que podría afectar la disponibilidad y asequibilidad de la vivienda para los residentes permanentes, especialmente los jóvenes.