Descubrimiento sin precedentes: hallan el fósil de renacuajo más antiguo en Sudamérica y marcan un hito histórico en la evolución animal
El hallazgo ofrece una visión única sobre el ciclo de vida de los anfibios primitivos, demostrando que estos renacuajos se alimentaban mediante filtración de partículas en charcos de agua.
Un hallazgo científico sin precedentes ha marcado un nuevo capítulo en la historia de la evolución animal. Un fósil de renacuajo de 15 centímetros de largo, con unos impresionantes 161 millones de años de antigüedad, ha sido descubierto en la Patagonia, Argentina.
El descubrimiento, publicado en la revista Nature, revela que este ancestro de las ranas pasaba por una fase larval similar a las actuales y también utilizaba un mecanismo de filtrado branquial para alimentarse.
Este renacuajo, con un estado de conservación excepcional, ha proporcionado información única sobre la evolución de los anfibios anuros, el grupo al que pertenecen las ranas y los sapos. El fósil se encuentra actualmente en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN).
Descubrimiento anfibio: ¿qué aportes sumó este hallazgo sobre la evolución de esta especie?
El descubrimiento de este fósil de Notobatrachus degiustoi ha revelado un importante detalle sobre la evolución de los anfibios, en particular de las ranas, que hasta ahora se desconocía.
Hasta este momento, no se había encontrado evidencia de renacuajos tan antiguos en especies de ranas, lo que había llevado a algunos investigadores a plantear la hipótesis de que estos anfibios podrían haber desarrollado un ciclo de vida directo, es decir, pasando de huevos a adultos sin pasar por una fase larval.
Sin embargo, el análisis del fósil, realizado por la doctora Mariana Chuliver, especialista en herpetología de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara; y el paleontólogo Agustín Scanferla, investigador del Conicet, ha demostrado que este renacuajo tenías aspectos similares a lo que hoy se conoce como rana.
Descubrimiento histórico: ¿cómo eran los renacuajos hace millones de años?
El renacuajo encontrado vivió hace 161 millones de años y poseía una fase larval similar a la de las ranas actuales, aunque con características únicas.
Gracias a la preservación de los órganos blandos, como el esqueleto branquial y los nervios craneanos, los investigadores han podido identificar un método de alimentación filtradora.
Se trata de una técnica en la que el animal succionaba agua y filtraba partículas alimenticias del entorno. Esta capacidad para alimentarse a través de filtración en charcos de agua, típico de los renacuajos actuales, proporciona una evidencia sobre cómo este fósil encaja en el proceso evolutivo de los anuros.
Aunque este descubrimiento no altera radicalmente la teoría sobre la evolución de los anuros, sí proporciona la primera evidencia tangible de cómo era el ciclo de vida de los renacuajos más primitivos. La investigación sigue avanzando y aún queda por confirmar detalles.