El país de Europa que descubrió un animal poco común dentro de una bolsa que tiene aspecto "alienígena" y mide más de 2 metros
El espécimen hallado habita en nuestro planeta hace millones de años, aunque muy pocas personas se han cruzado con un ejemplar de estos.
Un insólito descubrimiento en un país de Europa ha generado asombro entre los habitantes y en redes sociales: un animal poco común, que estaba dentro de una bolsa de aspecto "alienígena", fue encontrado en el agua.
Al mismo tiempo, este hallazgo generó todo tipo de especulaciones y teorías. Sin embargo, la intervención de expertos de diferentes áreas ha revelado la verdadera naturaleza del extraño ser encontrado en esta bolsa gelatinosa de color naranja.
¿En qué país de Europa se descubrió este animal dentro de una bolsa de aspecto "alienígena"?
Tras una investigación, científicos determinaron que el enigmático saco naranja, encontrado en un canal de Utrecht, Países Bajos, no es otra cosa que una colonia de bryozoas, unos invertebrados conocidos también como "animales musgo".
Aunque su apariencia podría recordar a una criatura de otro planeta, estos animales han habitado la Tierra durante cientos de millones de años y forman colonias fijas en el agua, utilizando una estructura tentacular, el lofóforo, para alimentarse y respirar.
La ecologista urbana Anne Nijs explicó que, aunque los bryozoas son exóticos para esta región, no son peligrosos para el medio ambiente local. La especie proviene del este de Estados Unidos y ha estado expandiéndose por el continente europeo desde que se registró su primera aparición en 1883.
¿Qué características tienen los briozoos y por qué tienen este aspecto?
Los briozoos son organismos pequeños y que se asocian entre sí para formar grandes masas gelatinosas que pueden llegar a alcanzar los 2 metros de diámetro. Además, prefieren entornos de aguas tranquilas y no contaminadas, siendo frecuentes en lagos y ríos de baja corriente.
Muchas personas los confunden con corales o plantas marinas, pero en realidad los briozoos son animales raros que, a pesar de su aspecto inusual, participan activamente en los ecosistemas acuáticos, contribuyendo a la filtración del agua al alimentarse de microorganismos.
En cuanto a su reproducción, el ejemplar encontrado puede completar dicho proceso tanto de forma sexual como asexual, lo que facilita su expansión en nuevos entornos. Por eso, su presencia es un indicador de un ambiente sano, ya que contribuyen a la pureza de las aguas donde habitan.