El Comando de Protección del Patrimonio Cultural de los Carabineros (policía militarizada) ha revelado que un empresario napolitano se dedicaba a realizar excavaciones en el subsuelo de un local de su propiedad, con la intención de robar piezas arqueológicas. Esta actividad ilícita desencadenó una operación policial que ha permitido descubrir una iglesia del siglo XI, de la cual se puede apreciar un ábside semicircular con frescos, en un notable estado de conservación.
A partir de una investigación sobre este empresario, se llevaron a cabo excavaciones en el centro histórico de Nápoles.
Descubrimientos en el centro histórico de Nápoles
Durante la operación en el centro histórico de Nápoles, se incautaron aproximadamente 10.000 fragmentos de cerámicas de la época romana y medieval y 453 objetos arqueológicos intactos de época romana, entre los cuales se incluyen ánforas, lámparas, pipas de terracota y monedas de dicho periodo.
La inspección posterior llevada a cabo por los Carabineros permitió el descubrimiento de la Iglesia, situada a ocho metros por debajo del nivel de la calle. Actualmente, se puede observar un ábside semicircular que presenta la iconografía de Cristo en el trono, acompañado de una inscripción, así como un pavimento de losas de mármol.
"El carácter excepcional del descubrimiento restituye al patrimonio público los restos de un raro ejemplo de arte medieval, cuya decoración presenta similitudes con el cercano Sacellum de San Aspreno y se suma a los escasos testimonios pictóricos de la época en todo el territorio nacional", indicaron los Carabineros en un comunicado de EFE.
Asimismo, se inspeccionaron varios locales de propiedad del empresario en el centro histórico de Nápoles, donde se descubrieron otros túneles subterráneos utilizados para excavaciones clandestinas, que pertenecen a los cimientos de un palacio del siglo XVIII catalogado como bien cultural de particular interés histórico.