Cómo saber si mi gato se está por morir: así anuncian su partida las mascotas, según los expertos
Cuando llega el final, los gatos muestran señales claras de que el adiós está cerca.
Cuando un gato se encuentra en sus últimos días, es importante conocer las señales que indican su despedida, tanto para ofrecerle compañía como para respetar su espacio. Los felinos, a pesar de su independencia característica, experimentan una serie de cambios físicos y de comportamiento que anticipan su partida. Reconocer estas señales no solo facilita una mejor atención, sino también ayuda a aceptar y acompañar el proceso.
Cambios físicos: respiración, temperatura y alimentación
Uno de los primeros síntomas que puede manifestar un gato moribundo es una alteración en la respiración. La frecuencia normal, que oscila entre 20 y 30 respiraciones por minuto, puede volverse más lenta o irregular, a veces con la boca abierta, señal de dificultad respiratoria.
También se observa una baja significativa de la temperatura corporal, por debajo de los 37°C habituales, lo cual indica un debilitamiento extremo. Además, la pérdida de apetito es un signo clásico: los gatos dejan de comer por completo, lo que acelera la pérdida de peso y debilita aún más su organismo.
El abandono de la higiene es otra indicación evidente. Los gatos, conocidos por su meticulosidad al acicalarse, pueden dejar de hacerlo, mostrando un pelaje desordenado y falta de cuidado general.
Comportamientos de aislamiento y desorientación
En términos de comportamiento, muchos gatos buscan lugares apartados para esconderse, un instinto de protección frente a la vulnerabilidad. Este deseo de aislamiento responde a su naturaleza, como si trataran de protegerse de posibles amenazas en sus últimos momentos. Por otro lado, algunos gatos pueden experimentar confusión o desorientación: caminar erráticamente, no reconocer a sus cuidadores o parecer aturdidos son señales de que el fin se acerca.
Sin embargo, no todos los felinos optan por el aislamiento. Algunos se tornan más pegajosos, buscando el contacto físico y mostrando un cariño inusual. Esta última muestra de afecto puede ser un modo de reforzar el vínculo con su familia humana, un gesto de despedida que refleja su confianza y amor.
Prepararse para el adiós y el cuidado final
Es crucial que los dueños de gatos estén atentos a estos signos y consulten a un veterinario cuando los detecten. El profesional puede ayudar a evaluar si el animal necesita asistencia médica para aliviar el dolor o, en algunos casos, considerar la eutanasia para evitar un sufrimiento prolongado. Mientras tanto, proporcionarles un ambiente tranquilo, mantenerlos hidratados y ofrecerles amor y respeto son medidas esenciales en este momento.
Cada gato es único y enfrentará la muerte de manera diferente. Ya sea buscando consuelo o prefiriendo la soledad, lo más importante es estar presentes y atentos, dándoles el cariño y la paz que merecen en sus últimos días.