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Durante el primer trimestre de 2026, todas las personas de España que reciben pensiones no contributivas de jubilación o invalidez deben presentar el certificado de rentas. La fecha límite fijada por el IMSERSO es el 31 de marzo, y el trámite puede realizarse en su Sede Electrónica.
Este documento se exige todos los años y pide detallar los ingresos del pensionista y de su unidad de convivencia.
Con esta información, el IMSERSO informa a la Seguridad Social sobre las variaciones patrimoniales que podrían afectar la cuantía del beneficio. Según el organismo, “el incumplimiento de la obligación [...] da lugar a la suspensión del pago de la pensión no contributiva”.
Cuando la Administración cruza los datos, se regularizan los importes percibidos en 2025 y se determina la cuantía que corresponde cobrar en 2026.

Si las rentas adicionales aumentaron, la pensión baja; si disminuyeron, aumenta. El proceso garantiza que cada beneficiario reciba un importe acorde a su situación actual.
Cómo afecta la declaración de rentas a los importes de 2025
El IMSERSO recuerda que los ingresos personales deben ser inferiores al IPREM anual oficial del año entrante. Aún no se ha confirmado su cifra, pero en el 2025 se sitúa en 7200,00 euros y 8400,00 euros para los modelos de 12 y 14 pagas respectivamente. Sujetos a los anuncios del presupuesto 2026, este monto podría verse afectado.
Si se convive con familiares, la suma de ingresos del hogar no debe superar los límites establecidos en la normativa.
La cuantía individual de cada beneficiario depende del número de convivientes y de los ingresos de todos los miembros del hogar. Ningún caso puede quedar por debajo del 25% del importe íntegro.
Los perceptores que reciban pagos indebidos deberán reintegrarlos, según establece la Seguridad Social. Además, quienes no presenten la documentación a tiempo verán suspendido el pago mensual hasta que regularicen la situación.
Obligaciones adicionales: qué deben comunicar los pensionistas al INSS
Los pensionistas tienen otras obligaciones para conservar su prestación. El INSS advierte que debe informarse, dentro de los 30 días, cualquier cambio de domicilio, situación familiar, actividad laboral o variación en los ingresos. Esto puede hacerse desde la Sede Electrónica o en oficinas.
La Seguridad Social señala que no cumplir con estos avisos puede ocasionar sanciones o incluso la pérdida del derecho a cobrar la pensión. Para los españoles residentes en el extranjero, también se exige la presentación de un certificado de “Fe de vida” durante el primer trimestre.

No cumplir este requisito implica la «suspensión temporal de la pensión», aunque puede rehabilitarse si se entrega la documentación en un máximo de 90 días.
¿Qué ocurre si no se entrega el certificado antes del 31 de marzo?
Si bien no presentar el documento no implica la pérdida definitiva del beneficio, sí provoca una suspensión inmediata en los pagos. El pensionista dispone de 90 días para subsanar la falta y recuperar el abono de las mensualidades correspondientes.
La Seguridad Social recomienda cumplir con los plazos para evitar retrasos innecesarios. La rapidez en regularizar la situación es clave para garantizar la continuidad del cobro.
Cómo usar la app VIVESS para enviar la Fe de vida desde el extranjero
Los pensionistas españoles que residan fuera del país pueden utilizar la app VIVESS del INSS para enviar su Fe de vida. El sistema permite completar el trámite en minutos.
Pasos para hacerlo:
- Descargar la app desde Google Play o App Store.
- Identificarse indicando país de residencia, fecha de nacimiento y sexo. Luego, autenticarse con DNI o Cl@ve Permanente.
- Registrar la Fe de vida mostrando el documento de identidad y realizando reconocimiento facial. Después se firma digitalmente.
- Confirmación inmediata: el documento se valida al instante y se envía automáticamente al INSS.
La aplicación entrega un justificante descargable, lo que evita trámites presenciales o envíos postales desde el extranjero.













