

En España, el emprendimiento se ha convertido en una opción cada vez más apreciada entre las salidas profesionales posibles. Son los jóvenes sobre todo quienes impulsan esta idea que prioriza la independencia laboral y la creación de proyectos propios.
Sin embargo, son muchos los autónomos que argumentan que el camino del emprendimiento se encuentra plagado de riesgos, sacrificios y desafíos. A su vez, todos los emprendedores que cuentan sus experiencias comparten algo en común: las ganas y el esfuerzo por sacar adelante un proyecto.
Este es el caso de Andrea, una joven de 31 años dueña de Meninos, una tienda de moda infantil en Vigo. Ante la escasa oferta y alta demanda de moda para bebés a un precio accesible, la mujer decidió emprender y su proyecto resultó un éxito en ventas.
Sin embargo, debido a las dificultades que conlleva balancear el emprendimiento con la crianza de un hijo, Andrea ha decidido hacer un impasse, bajar las persianas, tomarse un descanso y “volver con más fuerza”. En entrevista para El Español, la joven contó la realidad que poca gente cuenta detrás de crear una empresa.

La realidad oculta detrás de los emprendimientos
Tras 12 años de experiencia como dependienta, Andrea decidió abrir su propia tienda en agosto de 2023, cuando su bebé tenía tan solo tres meses. El proyecto nació de la experiencia: la dificultad de encontrar ropa infantil de calidad y accesible para su bolsillo.
“Meninos abrió por la necesidad de la moda infantil más de vestir, un poco en cuanto a calidad-precio a disposición de todos los bolsillos”, explica. El emprendimiento empezó en un pequeño local de 15 metros cuadrados en la Miñoca, con apenas 1 m² de almacén.
Rápidamente, la clientela creció y para abril de 2025 Andrea decidió expandir su emprendimiento. Así fue como cerró el espacio original y se trasladó a un local de 70 metros en la Avenida do Fragoso. “La idea siempre fue crecer y abrir más tiendas y hacer marca”, indica Andrea.
Sin embargo, el crecimiento trajo consigo una presión adicional sobre la calidad de los productos. El 85% de la tienda se consolidó como marca propia, con diseños exclusivos confeccionados en talleres autónomos de Galicia. Este modelo de negocio aporta valor añadido, pero implica una enorme carga de trabajo, lo que ha llevado a Andrea hasta el límite de decidir cerrar su tienda.

¿Por qué la joven madre y emprendedora bajará las persianas de su tienda?
“Va a ser un impasse, no un cierre. Ahora mismo el tema autónomos está muy complicado, pero ya no solo es ese tema, es el poder ser mamá siendo autónoma. Aquí estoy 24 horas, 7 días de la semana”, reconoce Andrea, que se ocupa sola de la tienda, los pedidos y la relación con las clientes.
Según infiere la autónoma, el motivo del cierre temporal no es económico, sino que el problema es otro: la conciliación y la salud. “De salud necesito parar para volver más fuerte. Estos meses que esté parada tengo que seguir pagando la cuota de autónoma, el local... Liquidamos todo para tener ese colchón y poder parar, si no no puedo seguir”.
La idea de Andrea es reabrir Meninos en 1 o 2 meses, coincidiendo con una nueva colección. Pero espera poder hacerlo más aliviada. Su marido la ayuda con la gestión, pero la tienda, la atención y el día a día recaen sobre ella. Intentó contratar a alguien, pero no fue fácil: “Es complicado encontrar a alguien que quiera trabajar en esto de tarde”.














