Adiós KFC: Popeyes, la cadena de pollo frito que viene a quedarse con el primer puesto del mercado
La cadena de pollo frito que emula las recetas del sur de los Estados Unidos está pisando fuerte en España. Cuáles son los planes de esta empresa en el corto plazo y cómo planea convertirse en la número uno del mercado local.
Luego de superar los 100 locales propios, desde su desembarco en España en 2019, la cadena de restaurantes Popeyes celebra su nueva marca y espera terminar el año con 120 locales abiertos en todo el país y llegar a una facturación anual de 100 millones de euros.
La cadena de pollo frito, número 1 en Estados Unidos y de una rápida y sorprendente aceptación desde su llegada a España, es controlada aquí por la firma Restaurant Brands Iberia (RBI), la misma que administra las marcas, Burger King y Tim Horton's aquí y en Portugal, se impuso como meta llegar a los 400 locales abiertos en el 2027.
Así lo afirmó, Ignacio Sedano, director general de la marca, quien subrayó la intención de llegar a los 120 locales "en año y medio".
"Actualmente estamos presentes en 15 comunidades autónomas y nuestro objetivo es poder llevar nuestros restaurantes a todas las regiones de España para seguir generando impacto local positivo", explicó Sedano.
La empresa cuenta con algo más de 3000 empleados y espera legar a los 5000 con las aperturas de bocas de expendio pautadas para lo que queda del año y el 2024.
Repitiendo al pie de la letra la misma fórmula con la que la marca aplica desde su creación en 1972, Popeyes se abastece en un 100 % de proveedores españoles. De León, provienen los pollos; de Murcia, las verduras; de Huesca, la harina y el aceite de oliva, de Jaén.
De las tres marcas que RBI administra en España, Burger King cuenta con más de 900 locales abiertos, y casi 29 mil empleados y fue la primera que puso en pie en el mercado local, en 1975.
Con esos números, la empresa pone proa ahora a crecer en Portugal y en Italia -país en el aterrizará a lo largo de 2024-, al tiempo que sigue poniendo su puesta a punto para salir a operar en Bolsa entre diciembre próximo y los primeros meses de 2025.
La idea de la empresa sería la de duplicar su tamaño desde la entrada a la bolsa y lograr una facturación que ronde los 1300 millones de euros y un beneficio bruto próximo a 250 millones de euros al concluir 2024, con el fin de poder aspirar a que alcance una valoración de 2400 millones de la misma denominación en la bolsa de valores. Casi el doble de lo que se había cotizado cuando RBI vendió el 57 % de acciones a la firma de capital de riesgo Cinven, en 2021.