No sólo el triunfo de Boca Juniors hizo sonreír el fin de semana a Mauricio Macri. El líder de PRO recibió también las encuestas cualitativas o focus group realizadas por su asesor español, Roberto Zapata, con buenas noticias: en los últimos días, el número de quienes jamás lo votarían bajó considerablemente del 50 al 35%, mientras que subió el voto negativo para su competidor Daniel Scioli. Con esos resultados en la mano, obtenidos la semana pasada por el enigmático colaborador europeo de Jaime Durán Barba, Macri reunió ayer al gabinete ampliado, sus legisladores y la mesa política en el auditorio de la sede del Gobierno porteño en Parque Patricios para agradecer el esfuerzo y bajar línea en la recta final hacia el ballottage del 22 de noviembre.

Allí les pidió "grandeza, apertura y humildad con el que piensa distinto" para perforar la barrera del prejuicio de un importante sector del electorado, que ve en él a un empresario neoliberal con intenciones maliciosas y ocultas. También les recomendó no responder a la campaña del miedo que viene desplegando en su contra el kirchenrismo para evitar enredarse y cometer errores. En términos futboleros, aguantar los golpes sin necesidad de salir a hacer goles en un partido que vienen ganando. Con todo, para aventar los fantasmas, Macri detallará esta semana algunas medidas económicas que piensa implementar de llegar a la Casa Rosada. Será durante su recorrida de campaña por el norte del país, que arrancará hoy por las provincias de Corrientes, Formosa, Tucumán, Salta y Jujuy y que finalizará el viernes.

Tras descansar cuatro días en Tandil, el postulante presidencial de Cambiemos pidió también evitar dos errores clásicos ante el entusiasmo y la ansiedad que vive su tropa. No creer que ya se ganó, ni gobernar antes de tiempo, esto es, no distraerse con el reparto interno de cargos. En esa línea pidió continuar con el esfuerzo. "Debemos reforzar la tarea para que el sueño de que haya trabajo en cada lugar de la Argentina, se termine con la pobreza y que los argentinos trabajemos unidos, se haga realidad en unos días", dijo.

Allí también dieron su discurso su compañera de fórmula, Gabriela Michetti; la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, y los jefes de campaña, Marcos Peña y Emilio Monzó.

Fue Peña el que se encargó de afinar el discurso con siete ideas para tener presente, que además envió a todos por mail. Entre ellas, destacó la de no caer en el juego de Scioli. "No nos preocupemos por la campaña del miedo que lanzó el kirchnerismo. Eso se terminó el 25 de octubre. No hace falta contestar las mentiras que van decir. Es lo que buscan: que entremos en su juego. La mejor manera de responder a esa campaña es ignorarla y seguir expresando nuestro mensaje de positividad y entusiasmo", remarcó.

En relación al votante "anti Macri", consideró "muy importante no entrar en el ataque al que piensa distinto". "Convoquemos a todos. También a los que votaron a Scioli. Que sepan que en la Argentina que viene todos tendrán un lugar, no importa si piensan igual o no. Tengamos la grandeza que nos pidió Mauricio el día de la elección", arengó. Por último, pidió "seguir cerca de la gente" y transmitir que la prioridad es resolver sus problemas.