

"Cuenten conmigo".La promesa de Cristina Fernández de Kirchner a la cúpula pejotista de gobernadores se está cumpliendo. La Presidenta la lanzó, a puertas cerradas, al recibirlos en mayo en la Casa Rosada. Todavía no había fórmula Daniel Scioli-Carlos "Chino" Zannini. Desde entonces, la mandataria se sumergió en la campaña informal, ya que legalmente arranca el 10 de julio: viajó a Chaco, Río Negro, Mendoza y ayer a La Pampa, para respaldar al local Oscar Jorge, que replicó "La Gran Capitanich" al ser candidato a intendente de la capital provincia, que gobernó de 1991 a 2003. La mandataria, que celebró el nuevo "baño de humildad", llevó consigo al binomio que aspira a sucederla el 10D.
En un mensaje a La Cámpora, pidió "un recambio generacional" y mencionó a su hijo, Máximo, candidato en Santa Cruz y la discusión que se dio hace años en aquella provincia para ese recambio. Insistió contundente en criticar a "algunos" que ve "en las primeras líneas desde 1983".
Por ahora, en la agenda presidencial ya figuran Córdoba (la esperan para el cierre antes de los comicios del 5 de julio); y Chubut, para el 27, para celebrar un nuevo aniversario de la llegada de los colonos galeses a Puerto Madryn que, atendiendo al rigor histórico, se cumple al día siguiente: el 28 de julio.
Con su cadena nacional número 26 en lo que va del año, desde Santa Rosa, la Jefa de Estado criticó, sin nombrarlos, al macrismo (su contrincante discursivo preferido) y su ex ministro de Economía, Martín Lousteau, tras ver su participación en el debate a Jefe de Gobierno porteño en el canal TN frente a Horacio Rodríguez Larreta y el postulante, Mariano Recalde. "Escuchaba a estos que nos querían dar algunas lecciones, sobre todo alguno que me costó sangre sudor y lágrimas", recriminó Cristina Kirchner, parafraseando el célebre discurso de Winston Churchill frente al parlamento inglés en 1940. Y le endilgó el Frankenstein burocrático de las retenciones móviles a la soja que desató la Guerra contra el Campo. "Con la 125 casi nos hacen caer por haber calculado mal los números", se quejó.
En su ya clásico segmento de buenas noticias (pronosticó para este año un crecimiento superior al 1,4% del PBI y una suba del 2,1% de la inversión privada), aprovechó para pegarle a Mauricio Macri, al referirse a la estética PRO. "Quiero hablar de números Esto no es chamuyo. No se gobierna el país con chamuyo y globitos, sino con números y gestión", opinó Cristina Kirchner, citando cifras del intervenido INDEC.












