EL CANDIDATO K VIAJÓ A URUGUAY Y A BRASIL EN EL MISMO D A

Scioli anunció a Urribarri como posible ministro y desarma idea de gabinete más amplio

En sus visitas a Brasil y Uruguay presentó al entreriano como futuro ministro de Interior y Transporte. Así anuló su propia promesa de crear una cartera específica para el área

Antes de las PASO. El 7 de julio. En la sede porteña del Bapro, su búnker, Daniel Scioli juntó a representantes de gremios del sector para anunciarles que estaba "analizando" la creación del Ministerio de Transporte y Logística en su eventual gobierno. La propuesta venía a saldar la extraña unión de Cristina Fernández de Kirchner en la actual cartera de Florencio Randazzo. Desde Uruguay, ayer, en su visita al presidente uruguayo Tabaré Vázquez, otro anuncio del presidenciable del FpV anuló aquel de las primarias: presentó a su acompañante de viaje, el gobernador de Entre Ríos y ex ácido crítico en la interna bañada de humildad, Sergio Urribarri, como hipotético ministro de Interior y Transporte. Su primera promesa de campaña ya incumplida. Y no sería la única.


Antes del actual raid de introducciones de eventuales funcionarios, con la intención de exhibir gobernabilidad e inevitabilidad de una victoria en la recta final al 25O, Scioli había realizado otro: a los intendentes les prometió un ministerio de Ciudades y Territorios (hace poco le dijo al matancero Fernando Espinoza, frustrado precandidato a vicegobernador, que le gustaría sumarlo al gabinete); a los movimientos sociales, con eje en el Evita de Emilio Pérsico, la cartera de Economía Popular; y que subiría de rango la actual secretaria de Derechos Humanos. Esto último aún es factible, no así los nuevos despachos, aún cuando le bastaría con un decreto para modificar la Ley de Ministerios (22.520) si prefiere evitar el Congreso.

"Hay dos posibilidades: creamos 39 ministerios como "Lula" (Da Silva) o Daniel desilusiona (la frase es con un verbo más duro) a 15 personas a las que les prometió algo", coinciden en las categorías aspirantes: (1) funcionarios naranjas y (2) neosciolistas conversos. Entre ambos sectores, junto al (3) núcleo familiar/amigos y (4) "kirchneristas que nos atendían el teléfono pero lo negaban", Scioli está repartiendo las hipotéticas dependencias. Ejemplos: Urribarri pertenece a la 2, cuyo símbolo es su vice, Gabriel Mariotto, a quien ya se menciona en un futuro ministerio (Cultura o Desarrollo); mientras que Diego Bossio (Infraestructura) a la 4. La Cámpora está fuera de la ecuación.


"Lula" y Brasil han sido el norte de Scioli. La idea del ministerio de Ciudades lo importó de allá. Como las UPA24. Justo ayer el gobernador bonaerense estuvo en tierras cariocas, después de pasar por Montevideo. Se reunió con una figurita que le faltaba de su álbum de campaña latinoamericana. Al borde del juicio político, no era el mejor momento de fotografiarse con Dilma Rousseff. Salvo para Scioli, el único peronista que se jacta de acompañar más allá de las puertas del cementerio. "Dilma está reduciendo la cantidad de ministerios (pasó de 39 a 31 por la crisis)", justificaban ayer en el sciolismo que el borrador de nuevas carteras no haya superado el rango de promesa de campaña. Tal vez lo haga más adelante. Si gana.

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