

En tiempos de impugnaciones a candidaturas, Marta Velarde se convirtió en carne de cañón para el kirchnerismo en plena campaña.
La candidata a diputada nacional por Capital Federal en representación del Acuerdo Cívico y Social, resultó ser centro de la polémica entre el oficialismo y los colaboradores de Elisa Carrió por su escaso tiempo de residencia en este distrito.
Velarde tiene a sus espaldas una particular trayectoria política que la llevó del ultra kirchnerismo del gobernador Gerardo Zamora en Santiago del Estero a la oposición porteña.
La funcionaria militó en el Partido Justicialista y fue candidata a lvicegobernadora en la interna peronista de principios de 2005, cuando acompañó al empresario José María Cantos en la fórmula. El binomio fue derrotado por José ‘Pepe‘ Figueroa, a quien luego apoyó.
Luego, el 27 de febrero del mismo año, Figueroa fue vencido en la elección que llevó a Gerardo Zamora y a Emilio Rached a la gobernación.
Inmediatamente Velarde se trasladó a las huestes de Zamora, convirtiéndose en la representante kirchnerista por excelencia, al punto que encabeza un ente partidario denominado Instituto para la Victoria en Santiago del Estero.
Eso le permitió negociar ser diputada nacional en 2005 por el Frente Cívico por Santiago, cuyo mandato como diputada vence el 10 de diciembre próximo.
En plena crisis del campo, Velarde se alejó del kirchnerismo cuando votó contra la aprobación de la resolución 125 en la Cámara Baja, a mediados del año pasado. Automáticamente, cortó el vínculo político que mantenía con el oficialismo local.
En vista de que no tendría un espacio político en Santiago con la alianza gobernante y que el kirchnerismo tampoco la tenía en sus planes, la diputada fijó domicilio en la Capital Federal.
De esa manera, con el apoyo de Carrió, Velarde se convirtió en candidata del Acuerdo Cívico y Social por la Ciudad de Buenos Aires.
Ahora el oficialismo espera que la Justicia aplique con rigor la ley que impugne la postulación de la funcionaria santiagueña.










