El ministro de Economía, Luis Caputo, regresa al país este viernes luego de las negociaciones que mantuvo desde el sábado pasado con el Tesoro de Estados Unidos. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó que compró pesos argentinos y ratificó la reunión el próximo 14 en la Casa Blanca, entre el presidente Javier Milei y su par estadounidense Donald Trump.
Tras seis días en la capital estadounidense, el equipo económico vuelve a Argentina para volver a esa ciudad el lunes. Es que no solo los espera la reunión con el presidente Trump, sino que también asistirán a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Caputo vuelve este viernes al país luego de mantener una serie de reuniones en la capital estadounidense, entre los que incluyó encuentros con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
El ministro regresará a Washington junto al presidente para asistir no solo a la reunión con el presidente Trump, sino que también asistirán a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
La coincidencia entre la cumbre entre presidentes y el evento del FMI no es casual. Fue la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, quien sumó potencia a la hipótesis de que sería a través del FMI el respaldo que daría Estados Unidos, y que confiaba en que este sería el último programa que Argentina tendría con el organismo. Además, deslizó que esperaba que los anuncios se concreten pronto.
Las opciones sobre la mesa
Bessent informó que el Tesoro compró pesos argentinos y aseguró que está listo el swap de monedas por u$s 20.000 millones que podría concretarse a través del uso de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que tiene el Tesoro en su Fondo de Estabilización Cambiaria.
Por la ayuda, el Gobierno de Trump enfrenta críticas internas en Estados Unidos, que reclamaban por el financiamiento hacia Argentina mientras que el país había recortado impuestos a las exportaciones y potenciado sus ventas a China.

Bessent había agregado también la posibilidad de concretar compras de deuda argentina, ya sea en el mercado primario o secundario. Avanzó por la compra de pesos a través de tres bancos: Santander, Citi y JP Morgan.
En su mensaje, en tanto, Bessent señala que habrá más opciones para intervenir.
Vías para mayor liquidez
Desde Profit consultores analizaron que, en el caso de que se trate de financiamiento vía FMI con fondos, esto asistiría con la liquidez para hacer frente a la demanda de dólares propia del período pre electoral que además ya se veía incentivada por el valor del tipo de cambio.
En el caso de que el financiamiento se canalice vía el Tesoro de los Estados Unidos a través de un swap de monedas y la compra de bonos de Argentina, esto disiparía el riesgo de default ya que garantiza respaldo para los vencimientos de enero y julio. Los vencimientos en 2026, solo de los bonos en manos privadas, asciende a u$s 7400 millones.
La consecuencia del primer escenario sería el de la baja del riesgo cambiario, mientras que en el caso del segundo, se traduciría en una baja del riesgo soberano.
Esto último es fundamental para un objetivo clave del Gobierno y acordado con el FMI que es el de volver a los mercados internacionales de deuda. El objetivo estaba fijado para 2026, aunque desde el Gobierno confiaban en que podría ser antes.
El escenario cambiario es el más tensionado en las últimas semanas. La dolarización de carteras habitual en período electoral alimentó las ventas por parte del Tesoro. Según había advertido 1816, hacia las 11 ruedas restantes hasta los comicios, al Tesoro le restaban los u$s 680 millones en sus depósitos en el Banco Central, pero debía pagar otros u$s 313 millones a organismos antes del 26 de octubre. En este sentido, observaron que parecía inevitable que se diera una intervención del Banco Central en el caso de que persista la demanda.
En paralelo, presionaron también las compras la especulación de que luego de las elecciones el escenario cambiario debería modificarse y orientarse hacia una flotación sin bandas.
La baja del riesgo país también trae beneficios. El desplome de la cotización de la deuda soberana suele arrastrar a los acciones y bonos locales. Una mejora en ese indicador podría empujar para arriba el resto de los activos argentinos.
Brad Setser, exfuncionario del Tesoro y coautor de "¿Rescates financieros o rescates internos?" junto con Nouriel Roubini, advirtió que si Estados Unidos considera que los u$s 20.000 millones son insuficientes, "el uso de Derechos Especiales de Giro abre un camino hacia un programa aún más grande".
Además, agregó que la recompra de bonos se dará con recursos de Estados Unidos, pero no lo hará directamente el país, sino que se concretará con el financiamiento que faciliten.
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