El Gobierno de Uruguay firmó la autorización ambiental para que se construya en Colonia, sobre el Río de la Plata, una papelera más grande que UPM-Botnia. La planta, que ya comenzó a construirse en un predio conocido como Punta Pereira, al noroeste de la ciudad ubicada frente a la Capital Federal, tiene como plan producir 1.300.000 toneladas de pulpa de celulosa por año. La pastera de Fray Bentos, que generó el conflicto más grave entre la Argentina y Uruguay en décadas, genera hoy 1.100.000 toneladas, el 1% del PBI uruguayo.

Montes del Plata así se llama el emprendimiento pertenece en partes iguales a la forestal chilena Arauco y a la papelera escandinava Stora Enso, una compañía que se presenta a sí misma como la más antigua del mundo, con actividades documentadas y sin interrupción desde 1288.

Arauco y Stora Enso compraron en octubre de 2009 el proyecto en Uruguay de la española Ence, que pensaba construir una planta similar en la misma zona pero que desistió luego del conflicto generado con Argentina. Esa controversia, que siguió viva a pesar de la retirada de Ence por la construcción de UPM-Botnia, terminó en abril de 2010 con un fallo de La Haya, aunque aún no se cumplió el acuerdo para controlar en forma permanente la planta de capitales finlandeses: hasta ayer, no habían ingresado a Botnia los científicos argentinos que deben monitorear el trabajo de la fábrica.

Ayer, el subsecretario Jorge Patrone, del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvtoma), le dijo al diario uruguayo El Observador que la construcción no se podrá extender más allá de los 48 meses una vez que se inicie.

En el predio ya se movieron tierras y se construyeron casillas de seguridad (ver foto), aunque la empresa aseguró que no está estipulada todavía la fecha de inicio de las obras de construcción. El directorio tiene que tomar la decisión final de inversión, puede que eso ocurra en las próximas semanas, dijo la vocera de la firma, Carolina Moreira, al mismo diario.

Al menos en una etapa inicial, el montaje de la megapastera no generaría conflictos diplomáticos entre Argentina y Uruguay, ya que el Tratado del Río de la Plata (ver aparte) no contempla la protección ambiental antes del inicio de la obra. Fue por esa razón, según explicaron ayer fuentes de la diplomacia argentina a El Cronista, que Ence eligió ubicarse en su momento al sur de la Punta Gorda, el hito que marca el límite entre el Río de la Plata y el Río Uruguay, con un tratado de protección binacional más riguroso.

El ministro uruguayo de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, había calificado al proyecto de Montes del Plata hace pocos días como una megainversión y resaltó la aspiración del Gobierno de José Mujica para que tenga el máximo valor agregado nacional. Esa megainversión llegará a los 2.000 millones de dólares.

Carlos Pastrana, director de proyectos de Montes del Plata, durante un reciente encuentro en Montevideo con posibles proveedores dijo que la fábrica de pulpa de celulosa de eucalipto blanqueada se completará con una planta generadora de energía a base de biomasa (madera) y un puerto sobre el Río de la Plata.

El puerto permitirá por un lado la descarga de barcazas con madera y por otro la exportación de la pulpa de celulosa.