La marcha del 18F reclamó Justicia y Verdad, fue un reclamo contra la impunidad que hace años cansa a los argentinos: aún están impunes los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA, los asesinos de Cabezas están libres y también continúa el delito de trata de personas, además de los altos índices de inseguridad. El mensaje fue para la Casa Rosada pero también para los presidentes que vendrán.