Las suspensiones avanzan mientras que la expectativa para la actividad hacia el segundo semestre empeoran. Las estadísticas oficiales, con datos hasta mayo, no dan cuenta de un aumento en las suspensiones.
Según la Secretaría de Trabajo, las suspensiones fueron en mayo del 0,4 cada 100 trabajadores y se mantienen en un nivel bajo. La cantidad de empresas que aplicó suspensiones asciende levemente contra abril y se ubican en 5,1%, similar al nivel de los meses de mayo en los últimos tres años.
Sin embargo, en el último mes se multiplicaron los anuncios de suspensiones, la gran mayoría concentrados en la industria, además de dificultades para pagar sueldos.
Algodonera Avellaneda, que emplea a 400 personas en Santa Fe, acordó suspensiones y reducciones de la jornada laboral, además de experimentar dificultades para pagar sueldos. Algodonera Reconquista anunció la reducción de la jornada y los salarios. Cooperativa de Trabajo Algodonera Santa Fe Ltda también se declaró en alerta por la situación del sector.
La siderúrgica Acerbrag, de Bragado, anunció la suspensión de sus 600 trabajadores ante la dificultad de mantener las operaciones por la caída de consumo. La empresa es además la más grande de capitales privados de la ciudad.
Las principales empresas del sector de la cerámica también enfrentan dificultades, incluyendo suspensiones y despidos, entre otros. Cerro Negro, según denunció el sindicato, aplica pagos reducidos y suspensiones por 60 días con recortes de sueldo. Cerámica Cortines suspendió desde febrero a casi 300 trabajadores y solicitó un Procedimiento Preventivo de Crisis. La empresa registra caídas de ventas superiores al 50%. Cerámica Fanelli atraviesa una reestructuración tras despedir a 30 operarios.
La Cámara Argentina de Empresas Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) advirtió que corren riesgo 2000 puestos de trabajo por la falta de actualización del precio de la tonelada de biocombustible. "Si la Secretaría de Energía sube el precio a un valor que permita producir se retomará la producción. Pero no si no, habrá suspensiones y despidos", precisó Federico Martelli, presidente de Cepreb, a Mundo Gremial.
El frigorífico Livorno, de Córdoba, suspendió a 19 trabajadores y desde el sindicato denuncian que los trabajadores reclaman el pago del 50% del sueldo de junio y del aguinaldo.
La textil Estampados Rotativos anunció la suspensión de 40 trabajadores de manera alternada.
Desde el Centro de Economía Política (CEPA), consideraron que esto se da por una conjunción de factores. Entre ellos destacaron la contracción económica que en Argentina está dinamizada fuertemente por el consumo, dado que representa el 70% de la demanda agregada.
"La recesión vigente, potenciada por la caída del poder adquisitivo y la incertidumbre económica, se manifiesta con especial dureza en sectores sensibles al ciclo económico, como la construcción y la industria manufacturera", explicaron desde el CEPA
Además, marcaron que "esta caída en la actividad productiva se traduce en despidos, suspensiones y una utilización de la capacidad instalada muy por debajo de su potencial, alimentando un círculo vicioso que profundiza la desaceleración económica y el deterioro del mercado laboral".
A esto, se suma la incapacidad de las empresas de sostener la plantilla, pero advirtieron que "para que estas suspensiones sean legales y válidas, es indispensable que las empresas cumplan con una serie de requisitos formales y administrativo", como acreditar la gravedad, excepcionalidad y temporalidad de la situación que motiva la suspensión.
Según datos de la Unión Industrial Argentina (UIA), en promedio en el primer cuatrimestre se perdieron 1314 puestos de trabajo por mes, panorama que se agravó hacia la segunda mitad, siendo que en marzo y abril se perdieron en promedio 2242 puestos por mes.
Contra el último máximo registrado, en agosto de 2023, se perdieron 37.610 puestos de trabajo en la industria, siendo las ramas más afectadas textil y calzado, metalmecánica y madera y papel.
Un segundo semestre áspero
Según la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo, para los tres meses siguientes a mayo, las empresas encuestadas recortaron sus expectativas de contratación de personal. El 2,8% esperaba aumentar su dotación y el 1,7% espera disminuirla, lo cual arroja unas expectativas netas positivas de 1,1%.
CP Consultora analizó que el nivel de contrataciones en mayo estuvo en niveles similares al de las crisis de 2009 y de 2018 -19.
Más hacia el presente, la actividad muestra señales de estancamiento, lo que podría presionar a la baja de estas expectativas.
La actividad industrial, relevada por FIEL, creció un 3,5% en junio y en el semestre anotó una recuperación del 3%. "Esta recuperación es modesta teniendo en cuenta que equivale a menos de una cuarta parte de la caída registrada en la industria en el primer semestre del año pasado", agregaron.
Hacia adelante, estimaron que para varias ramas de la actividad "se ha agotado el efecto positivo de la base de comparación en 2024, de modo que en los próximos meses comenzarán a afrontar el desafío que significa mejorar las marcas de producción del segundo semestre del año pasado, y que podría significar que la industria en su conjunto recorte la recuperación acumulada en el primer semestre de 2025".
A ello, agregan que las presiones competitivas y el alza de las tasas de interés podrían afectar el costo del financiamiento y una retracción de la demanda.
Los despachos de cemento al mercado interno en julio cayeron un 2,4% mensual, mientras que en términos interanuales lo hicieron en un 2,8%. La producción automotriz se contrajo en un 12,7% mensual y acumula un retroceso del 24% en los últimos dos meses, mientras que las ventas de terminales a concesionarios se contrajo un 5,3% y suma dos meses de baja, según relevó Gabriel Caamaño, de Outlier.
El panorama salarial hacia adelante no es mucho más alentador. Con paritarias por debajo del 1,5% y una inflación que entre junio y julio registró una leve aceleración, "el panorama es pesimista para el salario real en los próximos meses", subrayaron desde CP.
Los datos de salario efectivo confirmaron una contracción histórica del poder adquisitivo del 5,5% en el primer cuatrimestre del año, mientras que el salario real en mayo estuvo 1,5% por debajo del nivel de noviembre de 2023.
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