

Según un informe de la consultora privada Idesa, la baja de la pobreza en la Argentina fue mucho más modesta en la última década de lo que muestra el Gobierno, y se redujo en un 1% por cada $ 100 mil millones de aumento en el gasto público.
El trabajo de Idesa explicó que “tradicionalmente la pobreza en la Argentina se mide en función de la Canasta Básica Total (CBT). Con esta metodología se consideran pobres a las personas cuyos ingresos del hogar son inferiores al costo de la CBT. Dado que a partir del año 2007 se empezó a manipular los índices de inflación, los precios con los que se valora la CBT quedaron subestimados. Esto llevó a subestimar también la cantidad de pobres. Por eso para el INDEC en la primera mitad del año 2013 la pobreza afectaba a solo al 4,7% de la población”.
Pero aclara que “una forma alternativa de medir la marginalidad social es considerar pobre a la gente cuyo ingreso no supera el 60% de la mediana de ingresos de la población. Este indicador es usado en los países avanzados porque se asume que es el más apropiado para medir inclusión desde el punto de vista de los progresos que obtienen los sectores más postergados respecto al resto de la población”.
Sobre esa base, Idesa estimó que entre los años 2004 y 2013:
· La pobreza medida según el método del 60% de la mediana de ingresos de la población pasó del 31% al 26% de la población, o sea bajó 5 puntos porcentuales.
· El gasto público total del gobierno nacional, provincial y municipal medido en términos reales pasó de $735 mil millones a $1.200 miles de millones, o sea creció un 64% por encima de la inflación.
· Esto implica que por cada $100 mil millones de aumento del gasto público real, la pobreza se redujo a razón de apenas un punto porcentual.
“Estos datos muestran que la reducción de la pobreza ha sido muy modesta, especialmente cuando se la contrasta con el intenso aumento del gasto público que hubo en los tres niveles de gobierno en la década”, remarcó el trabajo
Y remató: “Se trata de una evidencia sólida de que el aumento del tamaño del Estado no generó inclusión. Dicho de otra manera, los pobres sufren el aumento de los impuestos, pero se benefician muy poco del aumento del gasto público”.











