La ensayista Beatriz Sarlo consideró que el anuncio de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, de bajarse de las elecciones legislativas de noviembre próximo está influenciada por el riesgo que correría de sumar enemigos dentro del partido.

"Han hecho algún acuerdo a futuro. Bullrich creyó que ser candidata a diputada en esta vuelta podía favorecer sus planes electorales presidenciales, pero vio que eso podía crearle más enemigos dentro del PRO", aseveró. E incluso, agregó que eso "la ayudó a unificar también con (Horacio Rodríguez) Larreta", el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La propia exministra de Seguridad ya declaró que, tras bajarse de las legislativas, buscará ser una de las candidatas en 2023. En ese sentido, Sarlo coincidió: "Se piensa, como tantos argentinos, presidenta de la República". Y evaluó que eso expresa una "ambición de constitución".

En ese sentido, amplió: "No diría ambición de poder, sino una cierta ambición de constitución: autoconstituirse como el sujeto o el ciudadano más importante de un espacio histórico". En su presencia anoche en LN+, reconoció que "la contienda política en ese nivel es la más interesante". Y deslizó que si bien algunos debates son importantes, no todos "van a la televisión".

En ese contexto, se refirió de modo crítico a "lo que le ocurrió a Mauricio Macri" cuando gobernó. "Dijo: ‘Vengo a ser la felicidad de los argentinos' y dejó al 40% en la pobreza".

Consultada sobre quién tenía la responsabilidad de esa contradicción, si el propio Macri o su asesor Durán Barba, la intelectual prefirió indicar que "yo no voy a decir que los asesores de discurso son culpables de lo que dicen los políticos que abren la boca.Si no son lo suficientemente inteligentes como para evaluar los discursos que reciben de sus asesores, que no se postulen a presidentes, ni siquiera a diputados o senadores".

Y, categórica, disparó: "Todos quieren ser presidentes. Parece que no leyeran la historia argentina y lo mal que les fue a los recién llegados".

La ensayista también analizó de manera elogiosa el papel de Cristina Kirchner, más allá de su actual función como vicepresidenta. Primero, concedió que "la figura de una mujer en política es un activo". También valoró su "notable" capacidad oratoria "extremadamente adecuada a sus fines políticos". Y evaluó que se trata de "una política inteligente para sus fines, que es centralizar el poder allí donde resida".

Por eso, señaló que "Cristina está trabajando en la construcción de un linaje, que tiene el nombre de Máximo (Kirchner)". Y, categórica, pronosticó: "Me parece que Alberto Fernández no reelige".