Si la victoria del domingo pasado suavizó la interna peronista -o por lo menos no la dejó expuesta en su real dimensión- las acciones del presidente Javier Milei funcionan, por estas horas, como un ordenador inesperado de prioridades y como factor de cohesión para la dispersa política discursiva de Fuerza Patria.

Si en las horas que precedieron a los comicios pudieron escucharse algunas voces disonantes y algunos ejemplos de la puja de poder por la conducción del justicialismo, todo queda de lado cuando los libertarios actúan.

Antes de los comicios, un importante referente peronista dijo que se alcanzaría la victoria "a pesar" de todos los conflictos en el seno de Fuerza Patria. Hoy parece que la mejor campaña del peronismo es señalar a Balcarce 50.

Cuando Milei asumió la derrota en territorio bonaerense dijo que no cambiaría el rumbo de su administración, al menos en sus ejes centrales. Elperonismo leyó en esa declaración que la Casa Rosada considera que su derrota en las urnas fue política y no por el efecto de sus políticas económicas.

La reacción del Gobierno nacional fue en ese sentido, creen los principales actores del peronismo bonaerense. El presidente Javier Milei vetó leyes con claro impacto social -como la de financiamiento educativo y la de emergencia pediátrica- por motivos puramente financieros y para mostrar que no habrá modificaciones en la materia.

Por otro lado, el jefe de Estado armó una nueva estructura para el seguimiento electoral en la provincia y la Nación y, además, nombró un nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán, para aceitar el contacto con los gobernadores.

"El único llamado del Gobierno fue el de Guillermo Francos el domingo, Catalán aun no llamó", confirmaron a El Cronista desde el entorno del gobernador Axel Kicillof.

Más allá de eso, son las decisiones que toma Milei las que le ordenan la interna al peronismo. El veto a las leyes de financiamiento educativo y la que aseguraba fondos para el hospital Garrahan, funcionaron en ese sentido. Los repudios fueron de todo el arco político opositor, pero unieron al kicillofismo, a La Cámpora y al Massismo.

El gobernador inauguró hoy un Centro de Atención Primaria de la Salud en el municipio de Pila y aprovechó para disparar contra Milei: "Mientras el Gobierno nacional veta la ley que sostiene la atención en un hospital como el Garrahan, nosotros inauguramos este centro que ayudará también a descomprimir la atención del hospital local".

"El presidente debería entender que el apoyo popular no lo va a conseguir nunca desfinanciando a las universidades, a la salud o parando la obra pública. En la provincia de Buenos Aires vamos siempre en el sentido contrario al de Nación: no lo hacemos por marketing, sino por convicción", añadió.

Además, Kicillof también inauguró obras en General Paz, otro distrito de la esquiva quinta sección electoral. Cerca del gobernador aún se lamentan por lo que creen que podría haber sido victoria el domingo de haberse conseguido la unidad entre los principales candidatos que se disputaron la ciudad de Mar del Plata, Fernanda Raverta y Gustavo Pulti.

Desde uno de esos espacios afirman que la tensión se mantiene, pero que habrá que limar asperezas para trabajar en conjunto de cara a octubre: "hay que coordinar los fiscales, el operativo, la campaña", comentaron.

Por su parte, el senador Eduardo "Wado" de Pedro, uno de los hombres más cercanos a Cristina Fernández de Kirchner también se sumó al reclamo contra Milei: "Tenemos un presidente que no escuchó las movilizaciones, no escuchó el mensaje de las urnas y vetó por segunda vez la ley de Financiamiento Universitario. Para los argentinos y las argentinas la educación es una prioridad. En el Congreso vamos a insistir para defender el futuro de nuestros jóvenes y el futuro de la Argentina".

Sebastián Galmarini, candidato a diputado nacional, fue en el mismo sentido y dijo que "los nuevos vetos confirman algo: Milei no escucha". "Ni al Congreso que sancionó la ley, ni al pueblo que se expresó en las urnas. Tendremos que hablar más fuerte.... ¿Y la autocrítica?", dijo.

Mientras tanto, Cristina Kirchner, quién ya se ha expresado sobre las políticas de Milei en extenso, continua con el armado político desde el barrio de Constitución. Allí, en el lugar en el que se encuentra detenida, recibe cotidianamente a dirigentes políticos, como si la sede partidaria de la calle Matheu se hubiera mudado a San José 1111.

La expresidenta tomó partido por el exgobernador que enfrenta una interna no formal con el actual senador nacional Sergio "Oso" Leavy, quién se presentará con lista propia por el Partido de la Victoria para competir en octubre.