

El Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, abre este jueves el período de sesiones ordinarias de la Legislatura porteña, en la cual tendrá mayoría propia para dar quórum, con 34 sobre 60 diputados del recinto.
Larreta prevé hacer un balance de la gestión, subrayando la cercanía con los vecinos, su plan reformista de la educación y su política de integración urbana y social para combatir el déficit habitacional de la Ciudad, que afecta a unos 130.000 hogares.
Fuera de estos ejes, el jefe distrital tiene previsto convocar a un "consenso por la austeridad en la política", en una suerte de segundo capítulo del lápiz rojo fiscal que articuló a fines del año pasado con la fusión de áreas en el Ejecutivo, la reducción de cargos políticos y congelamiento de sueldos. Con pasos ya dados en Legislatura, el foco será el Poder Judicial, y de allí al Consejo de la Magistratura.
Larreta tomó nota de la polémica que suscitaron los artículos periodísticos que pusieron en evidencia la superpoblación del Consejo, por lo que prevé avanzar en su plan de finiquitar más y más cargos políticos.
El Consejo de la Magistratura es un lugar donde cuentan con resortes de poder figuras ajenas al oficialismo, como el referente del PJ porteño Juan Manuel Olmos, y la número dos de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Majdalani, a través de su hija, ex consejera del organismo y actual presidenta de la Corporación Puerto Madero, Agustina Olivero Majdalani. Hacia espacios "ineficientes" que resisten en esta y otras estructuras apunta la tijera larretista.
El año de los códigos
En paralelo al discurso, la casa de las leyes planea discutir proyectos de trascendencia, con el camino allanado dada la mayoría de Vamos Juntos. Entre ellos, el Código Electoral.
La ciudad de Buenos Aires no tiene una ley propia que regule los comicios, por lo cual el Ejecutivo y sus funcionarios actúan, hasta ahora, como jueces y partes de las contiendas electorales. El año pasado, el PRO envió una iniciativa que preveía la creación de una Agencia de Gestión Electoral (AGE), pero ese texto podría caer en desuso y ser cambiado por otro. La novedad del texto a consensuarse entre los espacios políticos representados en la "Legis" incluirá muy probablemente la habilitación para recibir fondos de empresas privadas, algo hasta hoy prohibido por ley. Se trata de un potencial, ya que la norma porteña seguirá al pie el espíritu de la norma que sancione el Congreso nacional, a instancias de la Casa Rosada.
En los hechos, la apertura al financiamiento empresario será un "blanqueo" de situaciones que se resuelven con donaciones privadas: en la campaña legislativa, el empresario Juan Carlos Bagó, dueño del homónimo laboratorio, donó al espacio de Rodríguez Larreta, al igual que varios hermanos Miguens, vinculados a la historia de la cervecería Quilmes. Del lado de Unidad Ciudadana, una considerable suma provino de los directivos del Banco Credicoop, del entonces candidato Carlos Heller.
Junto con estos proyectos, también se espera debatir nuevos códigos de Edificación, de Planificación Urbana y de Habilitaciones, facilidades para acceder a créditos para la vivienda y más regulaciones al mercado de alquileres. También se pretende dar aprobación a las leyes de doble lectura pendientes, como la concesión del sistema de bicicletas públicas, la creación de un Distrito Joven, y los bajos autopista.













