Junto a las autoridades de la Secretaría de Comercio e Industria y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Santiago Bausili, presidente del Banco Central (BCRA) citó para este jueves a las 16, a los cuatro principales tenedores de deuda comercial para comenzar a analizar una salida a este saldo que cerrará el año en torno a los u$s 60.000 millones.
El encuentro tendrá como objetivo evaluar qué "permeabilidad" tienen los bonos del Central, señaló una fuente oficial a El Cronista como una primera herramienta para comenzar a trabajar sobre la deuda que acumuló el sector privado con proveedores y casas matrices en el exterior por la falta de divisas en el contexto de sequía que marcó el 2023.
Este miércoles, luego de los anuncios del Ministro de Economía, Luis Caputo, la autoridad monetaria publicó dos normativas que apuntaron a generar un nuevo calendario de pagos para las importaciones y, en paralelo, emitió el Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) como herramienta de cobertura frente a los pagos diferidos (30 a 180 días).
La reunión a la que fueron convocadas las entidades empresarias de los sectores que presentan mayor endeudamiento, entre ellos automotriz, tecnológico, alimentos e insumos médicos se realizará luego de que se fije una alícuota de 17.5% en concepto de Impuesto PAÍS sobre las importaciones.
Una medida que el propio gabinete liberal entiende como desalentadoras de las importaciones ya que el dólar importador pasa a $940 y junto con el resto de la carga tributaria, según el rubro, significa un alza superior al 100%.
Los pagos de las operaciones que desde este miércoles en plazos de entre cero a 180 días, según las características de los bienes, en un esquema que le da prioridad de ingreso inmediato sólo a insumos para el sector de energía y fármacos.
De cara a la normalización del flujo de importaciones, la resolución trajo alivio para las compañías que demandan piezas, insumos o servicios del exterior, sin embargo, todavía queda pendiente resolver los pagos atrasados que comenzaron a frenar el envío de mercadería a la Argentina.
Medidas en marcha
En ese sentido, a partir de un relevamiento con información de la AFIP, Comercio y el Banco Central trabajan en una nueva norma con dos fines específicos.
Por un lado, desarticular el sistema actual de SIRAs y a la par ordenar la deuda comercial por importaciones de bienes y servicios, mediante la creación de un registro que permita entender cómo se compone.
"En función de eso articular los mecanismos para resolver", agregó un funcionario de primer rango y confirmó que esta será una de las prioridades para alcanzar una resolución "en estos días". En ese sentido, asumió que el sector "esperaba más" pero apuntó que el alivio real se alcanzará a partir de la recesión y el superávit comercial de 2024. "Hay que acumular dólares", resumió.
En base a datos del BCRA, el último informe de la consultora Romano Group detalló que la deuda comercial asciende a u$d 54.000 millones, entre bienes (u$s 43.000 millones) y servicios u$s11.000 millones).
En octubre la deuda por importaciones de bienes aumentó u$s 3000 millones y representó un salto "récord" mensual para la gestión de Alberto Fernández según estimó Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group.
Se estima que el 66% del stock posee vencimientos a corto plazo. "Del total, u$s 38.500 millones es exigible, tiene intereses vencidos, no tiene vencimiento o vence entre 0 y 3 meses", aclaró el economista.
Entre los principales sectores deudores, la industria manufacturera lidera con el 47% (u$s 22.500 millones) del stock total, seguida por el sector de comercio y automotor con un 22% (u$s 10.500 millones).
Entre ambos representan el 70% del volumen total, lo que reduce "drásticamente" los acreedores involucrados.
Además, el 60% de la deuda total, u$s 28.500 millones, se dividen entre exportadores y fuentes privadas mientras que el 36%, u$s 17.500 millones, está comprometido con fuentes oficiales como gobiernos y organismos internacionales.