El despacho de Martín Menem volvió a convertirse ayer en el epicentro de negociaciones frenéticas por la ley ómnibus. Cuando parecía que el oficialismo iba a "todo o nada", hubo un principio de entendimiento entre La Libertad Avanza y los bloques dialoguistas.
Los embajadores del presidente Javier Milei -reacio a la "rosca"-en el Congreso fueron el ministro del Interior Guillermo Francos, que apenas metió bocado en los encuentros, y el asesor presidencial Santiago Caputo, quien llevó la voz cantante. La falta de técnicos generó algunas confusiones y el envío de una nota al presidente de la Cámara, por parte de un grupo de radicales, sembró dudas.
Cerca de las 15 empezaron los rumores. Altas fuentes del oficialismo aseguraban, en los pasillos de la Cámara de Diputados, que "el dictamen estaba a punto caramelo". Mientras Milei viajaba rumbo a la Argentina luego de su participación en el Foro de Davos, los libertarios daban a entender que el texto de la ley ómnibus ya estaba listo para ser llevado al recinto.
Se encendieron las alarmas en Hacemos Coalición Federal (HCF), Innovación Federal, la UCR y el PRO. Si los rumores eran ciertos, y el oficialismo estaba dispuesto a llevar el texto al recinto este sábado -como se especuló durante la semana- el megaproyecto estaba condenado al fracaso.
Ningún bloque (algunos desconfiaban del PRO), acompañaría con su voto la versión que mantenía, entre otros puntos, la suspensión de la fórmula previsional, la suba de retenciones (incluyendo a las economías regionales), la ratificación del mega DNU, la habilitación para privatizar empresas como YPF y la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo en 11 materias y que podían prorrogarse durante los cuatro años de mandato de Milei.
El rionegrino Miguel Ángel Pichetto, presidente de HCF, se apersonó en el despacho de Martín Menem y, palabras más, palabras menos, le sugirió que abortara lo que ya parecía abortado: sesionar el sábado. La respuesta del riojano fue que esperara, que ese mismo día, más tarde, habría novedades. Y las hubo.
El número mágico: 100 cambios
Horas después, desembarcaron en el Palacio del Congreso Santiago Caputo y Guillermo Francos a desactivar los rumores y para entablar negociaciones con los presidentes de bloque. El primero en llegar fue Cristian Ritondo, acompañado por la porteña María Eugenia Vidal. El amarillo salió del encuentro cara a cara conforme.
"Estoy seguro que nos encaminamos para que la semana que viene tenga media sanción la ley que estamos debatiendo", dijo. Esa declaración fue la primera pista de que el oficialismo no iría a "todo o nada". Los libertarios -todo indicaba- estaban dispuestos a hacer un esfuerzo para que la ley ómnibus llegara a destino y no a sesionar este mismo sábado.
Tras ese encuentro, trascendió que el oficialismo estaba tomando "muchas sugerencias" hechas por los cuatro bloques dispuestos a acompañar con su voto al oficialismo. Se hablaba de 100 artículos modificados. La duda era cuáles.
La carta que sembró dudas
Después de Ritondo llegó el turno del radical Rodrigo de Loredo. El cordobés fue a hablar en nombre de los 34 diputados de su bloque. La cita con Francos y Caputo fue minutos después de que algunos de los diputados radicales, con Fernando Carbajal y Facundo Manes a la cabeza, le enviaran una nota a Menem.
Le pidieron que gestione con el Presidente -que seguía en vuelo- la prórroga de las sesiones extraordinarias hasta marzo. "La finalidad central de este requerimiento es dar el debido y adecuado tratamiento a la iniciativa legislativa ‘Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos' y tratamiento del DNU 70/2023", rezaba la misiva.
De vuelta los rumores. ¿Se partía el bloque UCR? ¿Algunos acompañarían al oficialismo con la ley y otros no? ¿Salían a desmarcarse de los no firmantes? "No necesariamente. Pero estamos firmes que un dictamen la semana que viene tiene que estar acotado a los temas de política económica y algunos más, de amplio consenso", fue la respuesta de uno de los firmantes a este medio.
El cordobés salió del encuentro conforme. "Fue una buena reunión", le dijo a la prensa, y aseguró que el Gobierno, representado Francos y Caputo, se mostró "receptivo" a sus planteos, que habían sido hechos en tándem con HCF e Innovación Federal.
A la reunión, los enviados de Milei habían asistido con un "punteo" impreso de los temas dispuestos a modificar. De todas maneras, aclaró el radical, resta ver cómo se plasma ese punteo en el articulado. En base a ese texto es que el partido centenario definirá si acompaña o no la ley. A los pocos minutos, los 33 diputados estaban conectados por zoom para que De Loredo les haga un repaso del encuentro.
Las reuniones culminaron con la visita de los bloques HCF e Innovación Federal, que se mueven como si fueran un único bloque -quizás a futuro lo sean. Los federales cayeron en "manada". A Pichetto lo acompañaron Emilio Monzó, Nicolás Massot, Juan Manuel López, Ricardo López Murphy, Florencio Randazzo. También estaba la salteña Pamela Caletti (presidenta de Innovación Federal).
"Positiva". Así tildó la reunión Pichetto, quien le aseguró a los periodistas que Caputo y Francos tuvieron una "actitud tendiente a buscar puntos de encuentro".
Francos en silencio y Caputo confundido
"La reunión duró dos horas. Francos habló solo una o dos veces. Todo lo llevaba Caputo", contó uno de los diputados que formó parte de la reunión.
La falta de técnicos en el encuentro generó algunas dudas y situaciones confusas. "No tenía idea de lo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)", dijo un legislador sobre Caputo, y continuó: "Imaginate que dijo de mandarlo a que lo vea la bicameral de privatizaciones".
La bicameral a la que se refería es la que debería analizar si habilita o no la privatización de las 40 empresas (YPF quedó afuera de ese listado) de las que el oficialismo quiere desprenderse. Lo que dice el proyecto de Milei en torno al FGS es que pase al Tesoro Nacional.
El otro punto es que los temas en los que el oficialismo "cedió" quedaron plasmados en "viñetas" impresas. No es que la dupla asistió a la reunión con un articulado borrador, sino un punteo con las contrapropuestas.
La duda es: ¿lo charlado con los tres bloques quedará fielmente reflejado en el texto? Este texto será enviada hoy. De su contenido depende que la ley que supo tener 664 artículos llegue a destino.