En enero el Gobierno enfrentará vencimientos por u$s 4350 millones. Descartada una línea de crédito de bancos por u$s 20.000 millones, el Ministerio de Economía baraja distintas alternativas.

De los vencimientos de enero entre Bonares y Globales, u$s 1500 millones corresponden a intereses, y el resto es de pagos de capital.

Hasta ahora, el Gobierno ha argumentado que la compra de reservas se volcó a los pagos de deuda, y por eso no se reflejó en la acumulación. Según relevaron desde Cohen Aliados Financieros, si se toma la definición del FMI para las reservas netas (que excluye desembolsos y otros ajustadores, así como los vencimientos de deuda del Banco Central de los próximos 12 meses), el saldo neto de las reservas queda en -u$s 16.800 millones, por lo que la opción del pago con reservas queda descartada.

“No es que nosotros tenemos que comprar reservas para pagar el cupón de enero. Eso lo estamos resolviendo financieramente. Se ha abierto un menú de varias alternativas. Tenemos desde el swap chino, que todavía está, la ayuda americana, estamos hablando con otros actores como bancos e incluso con el mercado mismo. Hoy tenemos los bonos de corto plazo tradeando al 8 y algo, con lo cual se abre también una oportunidad de mercado. Hemos tenido fondos e incluso empresarios locales llamándonos para hacer alguna colocación o manejo de pasivos. Se abrió todo un menú de varias alternativas en lo financiero que nos permite lidiar cómodamente con los vencimientos desde lo financiero. Más allá de que todos los vencimientos los tenemos garantizados por los swaps, porque eso lo hicimos asumiendo que no íbamos a tener estas alternativas que hoy se nos están presentando. Esos pagos están asegurados por lo que negociamos antes”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, a mediados de mes en la conferencia anual de FIEL.

Una de las alternativas que podría abastecer una eventual compra de reservas serían las ventas del agro. Sin embargo, desde la Bolsa de Comercio de Rosario estimaban que luego de la eliminación temporal de las retenciones, el sector aportaría entre octubre y diciembre unos u$s 3900 millones, “quedando por debajo del promedio de los últimos 5 años para esos meses e incluso cerca de los mínimos del último lustro”.

Otra de las opciones que se descartó fue la versión que circulaba sobre un financiamiento de u$s 20.000 millones de un grupo de bancos. Caputo sostuvo que esa cifra se discutía para una “operación de manejo de pasivos” que estaba en consideración con el apoyo de Estados Unidos “en caso de necesitarlo”. “Post elecciones, dado que los mercados reaccionaron muy favorablemente, nos parece que es mejor señal poder hacer lo que estábamos considerando sin esa ayuda adicional”, agregó.

Una opción que cobró peso con la baja del riesgo país es la de una solución de mercado. “Todos creemos que se va a pagar”, detalló Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen, quien explicó: “La opción más sana es que sea a través del mercado de capitales que puedan refinanciar los vencimientos. Para poder hacer eso tenes que volver a salir al mercado y para eso necesitas un riesgo país mucho más bajo del que tenes ahora, más allá de que haya mejorado. En ese contexto, me parece que para llegar al umbral de los 450 puntos todavía, salvo que pase algo muy positivo en diciembre, no creo que llegue porque también está la falta de reservas que juega como una barrera alta”.

Florencia Iragui, economista de LCG, explicó que la opción de refinanciar los vencimientos en el mercado no queda descartada por el rebote del riesgo de la última semana. “Hace un tiempo habían dicho que con una tasa interna de retorno de 8,5%/8,75% se podía salir. Con una tasa de referencia que podría bajar en la próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, no están tan lejos con el riesgo país por encima de los 600 puntos básicos. Pero se tiene que mantener el riesgo para abajo”.

Desde Adcap advirtieron que para que se ratifique el tono alcista en el mercado, el Gobierno deberá generar “un catalizador significativo”, por ejemplo con una recompra de títulos al “estilo Colombia”, o una operación de manejo de pasivos, como un canje hacia un bono bullet 2030 que permita comprimir aún más el riesgo país.

Otra opción que mencionó Polo es la de un REPO por un poco menos de u$s 5000 millones que permita cubrir los vencimientos y, adicionalmente, “logre quebrarle el brazo al mercado y mostrar que, a pesar de no tener reservas, el Gobierno sigue siendo confiable”.

No se descarta tampoco el uso del swap con Estados Unidos por u$s 20.000 millones, del cual ya se activaron más de u$s 2000 millones. Si bien es una carta que podría jugarse, Polo consideró que no sería del todo buena ya que las reservas caerían por el mismo monto y ya se encuentra en terrenos muy negativos.

“Mirando para el segundo pago de julio, que esto (el pago) contribuya a bajar más el riesgo y que ahí sea la opción de salir al mercado la que gane, porque los REPO son puentes y alguien los va a tener que pagar. No es lo más sano, si es lo más urgente”, concluyó el economista.