Se desató en Londres la Thatchermanía. Los cines ingleses que proyectaron La Dama de Hierro, una película protagonizada por Meryl Streep que pretende ser una biografía de la ex primer ministra Margareth Thatcher, fueron número uno en las taquillas con una recaudación que superó los 3 millones de dólares en su primer fin de semana de estreno.

El film no había sido bien recibido por críticos, pero sobre todo por los dirigentes del partido conservador británico, especialmente por el premier David Cameron, quien se quejó públicamente de haber visto una película más sobre el envejecimiento y elementos de demencia que sobre una primera ministra estupenda.

Y es que las escenas van y vienen a modo de recuerdos de una Thatcher enferma de demencia senil, realidad en la que está inmersa hoy a sus 86 años, la ex Dama de Hierro. Pasan la guerra por Malvinas, la huelga de los mineros ingleses, su enfrentamiento con los sindicatos y otros amargos momentos de la historia política británica.

El diario Daily Mail dio cuenta de la fiebre en las redes sociales Twitter y Facebook por conseguir una entrada para ver la película el pasado fin de semana.

Douglas Hurd, canciller durante el gobierno de Lady Thatcher fue tajante: el film es un espectáculo asqueroso.

La actriz Meryl Streep se esmeró en emular la personalidad, los tonos, el maquillaje y hasta la voz de Thatcher en la composición del personaje. En un reportaje a la BBC, se defendió de tanta queja conservadora: He experimentado la demencia en mi familia y no creo que sea algo vergonzoso de retratar. Es parte de la naturaleza, de lo que nos ocurre. Espero que si ella vio la película, entienda qué buscábamos con el filme.

Claramente los británicos no quieren esperar para sacar sus propias conclusiones. En la Argentina, la polémica no será menor cuando se estrene en Buenos Aires el 2 de febrero de 2012, año en el que se cumplen 30 años de la guerra con el Reino Unido por las islas Malvinas.