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La trágica inundación en Bahía Blanca dejó una serie de ecos resonando aún en segundo plano en relación a las responsabilidades sobre la tragedia. Luego que el Gobierno nacional sembrara dudas sobre el desempeño del Servicio Meteorológico Nacional, desde el gremio de ATE en el organismo defendieron las múltiples alertas difundidas durante aquellas horas previas al fatal desenlace.
A la par, fuentes consultadas por El Cronista pusieron en duda la posibilidad de reemplazarlo con un mecanismo de alertas a los celulares como los que sugirieron desde el Ejecutivo.
En sus primeras declaraciones desde Bahía Blanca, cuando arribó el viernes pasado en medio de la debacle, la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, acusó que el cambio de alerta naranja a alerta roja fue demasiado tarde, cuando ya habían caído 200 milímetros de agua y no había margen para que las y los vecinos pudieran tomar recaudos extras.
En ese contexto sugirió que el Gobierno avanzaría con un sistema alternativo y que evite intermediarios "para que en todos los teléfonos salte la alerta y le de instrucciones a la gente sobre qué tiene que hacer". "Es inminente poder tener un sistema de este tipo para poder tener alertas; en este caso, se pasó a la alerta roja un poco más tarde", subrayó.
Acorde a las publicaciones periodísticas locales, en la tarde del jueves el Servicio Meteorológico Nacional había emitido su primera alerta, de color naranja, con un rango de alcance sobre Bahía Blanca y gran parte del sudoeste bonaerense a partir de la madrugada y la mañana del viernes.
En ese momento, la alerta naranja comprendió a los distritos de Villarino, Coronel Rosales, Puan, Bahía Blanca, Adolfo Alsina, Guaminí, Coronel Suárez, Saavedra, Tornquist, Coronel Pringles, Monte Hermoso y Coronel Dorrego, además del oeste de Patagones. Hablaba de "lluvias y tormentas fuertes, que estarán acompañadas de ráfagas que pueden superar los 90 kilómetros por hora, abundante caída de agua y ocasional caída de granizo".
Entonces se preveían "valores de precipitación acumulada entre 60 y 100 milímetros, pudiendo ser superados en forma puntual". Y señalaron que la advertencia se mantendría hasta las 18 del viernes, con la posibilidad de dar marcha atrás al estatus de alerta amarilla a partir del mediodía del viernes, bajando así su nivel de peligrosidad.
No fue lo que sucedió y fueron varios los factores que confluyeron para potenciar la tragedia de Bahía Blanca. Con todo, explicaron diversas fuentes del Servicio Meteorológico Nacional en diálogo con este medio, se adoptaron todos los pasos que marca el procedimiento preventivo ante estos fenómenos climatológicos y las advertencias fueron debidamente registradas por las autoridades provinciales y municipales, lo que evitó un escenario aún peor.

Inundación en Bahía Blanca: qué hizo el Servicio Meteorológico Nacional
La magnitud del fenómeno climático con más de 300 mm de agua -se describe como un registro histórico para el mes de marzo- puso el foco en el funcionamiento del Servicio Meteorológico Nacional en el marco de un ajuste que aplicó la Casa Rosada en marzo de 2024 y cuyos efectos colaterales se siguen multiplicando.
Pese a ello, "lo que paso en Bahía Blanca fue alertado -remarcó un funcionario ante la consulta de El Cronista-. Incluso se advirtió al Gobierno provincial que estuvieran atentos a cualquier actualización de emergencia"
Acorde al comunicado difundido hoy desde ATE-SMN, el miércoles 5 de marzo fue emitida una alerta por tormentas de nivel amarillo en la actualización de las 19 horas y este nivel de alerta se mantuvo hasta el jueves 6 de marzo por la mañana. Por la tarde del jueves, se elevó a naranja hasta la mañana del viernes 7 de marzo.
Pasadas las 7 de la mañana, cuando se tomó conocimiento de que en la localidad de Bahía Blanca se estaban superando los umbrales establecidos para dicho nivel y considerando que continuarían las precipitaciones intensas en las horas siguientes, se decidió elevar el nivel de alerta a rojo, y se publicó la actualización pasadas las 8 de la mañana.
"En forma complementaria a los avisos de alerta meteorológico, el SMN genera avisos a muy corto plazo (ACP) que se emiten principalmente a partir de información de radar meteorológico. En el caso de Bahía Blanca, utilizando el radar allí ubicado, se emitieron 6 ACP por lluvias intensas y ráfagas desde la madrugada hasta la mañana del viernes 7 de marzo", puntualizaron desde el gremio en el SMN.

Además, aclararon que las alertas se publican tanto en la web oficial a la vez que se envían al Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) -perteneciente al Ministerio de Seguridad Nacional-, a la Subsecretaría de Emergencias del Ministerio de Defensa, a Defensas Civiles provinciales y a otros organismos como Parques Nacionales o la Cruz Roja Argentina, entre otros.
Frente a la alerta naranja del jueves, de hecho, desde Defensa Civil de la Provincia resolvieron suspender las clases del día siguiente para limitar la circulación en Bahía Blanca y la zona aledaña. De no haberlo hecho, el agua habría atrapado a muchas más personas en la calle. "Es verdad que se elevó a rojo en la madrugada. Lo que no es verdad es que la alerta se haya hecho sobre con la tormenta inicializada", sostuvo un funcionario del organismo en diálogo con este medio.
Cómo impactó la motosierra en el Servicio Meteorológico
El dato más llamativo es que lo que no provocó la motosierra libertaria con los despidos en 2024, lo está provocando la política de reducción de salarios con una migración cada vez más notoria al sector privado. En definitiva, una segunda llave de presión sobre la planta estatal para desalentar la continuidad en la administración pública nacional.
En rigor, en las listas de personas despedidas durante 2024 no hubo ningún pronosticador, ni del sector de aeronáuticos ni el denominado sinóptico, que trabajan en superficie y que funciona solo en sede central. Pero sí despidieron a 15 observadores que son fundamentales para la toma de datos desde las estaciones repartidas por todo el país.
Son ellos quienes se ocupan de observar de manera horaria o trihoraria los datos de temperatura, viento, nubosidad, humedad relativa y demás variables que se usan luego para trabajar en los pronósticos del SMN, así como en la recopilación de datos que se ingresan en las supercomputadoras a nivel global de los modelos climatológicos como el Windy.
Lo que siguió fue el temor a perder el empleo entre quienes continuaron -muchos lo hacen bajo la modalidad transitoria conocida como "artículo 9"-, a la par que los ingresos se desfasaban cada vez más con respecto a los salarios en el sector privado, a lo que se añade la sobrecarga laboral y la imposibilidad de apostar al desarrollo y la innovación. Un cálculo informal formulado por las y los trabajadores del SMN arroja que los que renunciaron ya empardan o superan el número de despedidos en 2024.
"Ese marzo provocó miedos, incertidumbres que sumado a los sueldos que son miserables está provocando que haya renuncias", comentó un referente del SMN a este medio. Y aquello desencadenó la renuncia ya no solo de más observadores sino también de pronosticadores, además de otras áreas que afectan al funcionamiento armónico del organismo.
¿Se pueden implementar servicios de alerta a los celulares?
Frente a la idea sugerida por Bullrich, lo concreto es que hay dudas entre los especialistas consultados por El Cronista sobre si tal mecanismo puede o no colisionar con la Ley N° 25.326 de Protección de los Datos Personales y quienes entienden que es opinable en el caso de una emergencia. Un dato no menor es qué sistema se aplicaría para garantizar la privacidad de los datos.
"En mi opinión, en casos de emergencia donde el Estado tiene el deber de prevenir males mayores (muertes, lesiones graves, destrucción de infraestructuras públicas, viviendas privadas, etc.), es lícito que se usen sistemas de alerta a celulares, acode a lo que fija el artículo 5 de la ley", indica el investigador Martín Becerra.
Por su parte, el integrante del Observatorio de Derecho Informático Argentino e investigador de la UBA, Tomás Pomar, pone el énfasis en la tecnología aplicada para efectivizar la alerta. "Es clave que el mensaje parta de la celda a la que está conectada el celular porque, de esa forma, es un mensaje unidireccional que no identifica a qué número llega el aviso sino solo que arribe al dispositivo que está en su red. Es lo que se llama Cell Broadcast", explicó a El Cronista.
Desde el Ministerio de Seguridad Nacional no brindaron mayores detalles sobre la idea de su titular y fuentes del Congreso tampoco pudieron dar cuenta de un proyecto en concreto que se esté trabajando.














