Mientras los productores de carne vacuna celebran la posibilidad de incrementar el volumen de exportación a Estados Unidos, a partir de la ampliación del cupo de 20.000 a 80.000 toneladas, el sector porcino alerta por el récord de importaciones y pide "reglas claras". El nuevo escenario de apertura comercial, está reconfigurando el consumo local, con mayor participación de proteína sustituta como cerdo, pollo y huevos mientras los tradicionales cortes de carne de vaca vuelan al exterior. Este resultado incentiva la exportación de carne de vaca que en el mercado interno es compensada por cortes de cerdo, principalmente. Sin embargo, las reglas locales están socavando una fuerte asimetría ya que el producto local compite con una invasión de cortes importados que ingresan a un valor promedio de u$s 2800 por tonelada. El "rulo" parece óptimo, ya que la Argentina exporta por la mitad del valor al que importa proteína animal, sin embargo, este fenómeno mantiene a un sector en alerta. La exportación de carne a EE.UU, representó tan sólo el 6,5% sobre un total de u$s 2500 millones en 2024 y se estima que el nuevo cupo generará u$s 500 millones adicionales. Con estos datos, la ecuación no termina de mostrar eficiencia dado que en sólo 4 meses los volúmenes de compra de carne con origen Brasil, principalmente, igualan el incremento de divisas que prometen las mayores ventas a EE.UU. "Hay que ver cómo evolucionan las exportaciones , todo indicaría que menor cantidad de abastecimiento vacuna impactaría en el precio de disponibilidad lo que beneficiaría en el consumo de carne por la diferencia de precio y capacidad de abastecimiento", dijo Agustín Seijas, director ejecutivo de FPA. "Estamos entrando en una época de mayor consumo", dijo Seijas en relación a las celebraciones de fin de año y puso la mira en el primer semestre del próximo año "cuando comienza a mermar la demanda". De mantenerse los niveles actuales de importaciones "se complica la rentabilidad de los productores", señaló. El último informe de FPA alerta que el 97,8% de la carne importada en septiembre provino de Brasil, y la mitad correspondió a bondiola, uno de los cortes más populares del consumo argentino. En términos equivalentes, esas 2000 toneladas representan 2 millones de kilos de carne porcina, o unos 500.000 capones, el mismo volumen que se produce localmente en un mes. Este ingreso masivo duplicó la oferta de bondiola en el mercado, afectando los precios y la rentabilidad de toda la cadena, en especial a los despostadores y distribuidores, que "enfrentan una competencia creciente de productos importados de menor calidad, que viene congelada y contiene agua, lo que afecta la percepción del consumidor y la imagen del producto porcino en general", señaló la entidad. La situación se agrava por la competencia desleal derivada del uso de ractopamina, indicaron, en relación a un promotor de crecimiento que aumenta la productividad en un 6% y que está prohibido en más de 160 países, incluida la Argentina. "Mientras nuestros productores sostienen un modelo natural y sustentable, deben competir en su propio mercado con productos más baratos elaborados bajo condiciones productivas no permitidas en el país", señalan. En agosto, el consumo de carne vacuna mostró una leve recuperación, sin embargo, en las dos últimas décadas se dio una caía del 25%, al pasar de 67,9 kilos anuales en el 2000 por habitante a unos 47,7 kilos por habitante en 2024, según estimaciones de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). El último registro anual representó una caída del 9% respecto a 2023 cuando se habían alcanzado los 50,8 kilos por habitante y, a la par crece el consumo de proteína porcina y aviar. Mientras, las exportaciones de carne vacuna superaron las 900.000 toneladas, en 2024, alcanzando un récord histórico. Con precios de exportación al alza, en lo que va del 2025, los despachos de carne bovina generaron un ingreso de u$s 2256 millones de dólares, un alza de 24% interanual. Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el precio promedio de la carne vacuna se ubicó en $12.357 por kilo en septiembre, lo que significa un aumento mensual del 1,8%, una suba acumulada del 33,7% en lo que va del año y un salto interanual del 58,4%. En cambio, el pechito de cerdo alcanzó un promedio de $7394 por kilo, con un avance mensual del 3,1%, una suba del 10,1% en el año pero una variación interanual del 37,7%, 20 puntos menos que al incremento de la carne de vaca. Con un precio promedio de $3808 por kilo, el pollo evidenció una leve baja del 0,7% respecto del mes anterior, acumula un incremento del 23% en 2025 y una suba interanual del 34,4%, por debajo del corte porcino.