Al mismo tiempo que se realizaba la segunda de las audiencias públicas de esta semana previas a un aumento de las tarifas de energía, dos funcionarios del kirchnerismo ligados al área recorrían una obra de la empresa Albanesi en la central termoeléctrica de Ezeiza.
En ese momento, también, el presidente Alberto Fernández amenazaba desde Europa con que "aquellos que resistan la suba de tarifas deberían renunciar".
Sin intenciones de quedar pegados a una quita de subsidios -política resistida por los votantes del Frente de Todos y que consideran que puede hacer naufragar el crecimiento económico por sus efectos sobre el consumo, la inflación y la pobreza-, el secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, pegaron el faltazo a la audiencia pública que ayer puso a consideración del público un incremento de los precios mayoristas de la luz, que se trasladarían a tarifas a partir de junio.
Su ausencia estaba prevista y la audiencia fue conducida por el subsecretario de Coordinación Institucional de Energía, Guillermo Usandivaras.
El kirchnerismo asegura que "nadie va a trabar nada". Es que el sector privado y toda la política están analizando qué pasa si los entes reguladores de la luz y el gas, a cargo de funcionarios ligados a Cristina y Máximo Kirchner, no firman los traslados a tarifas de los nuevos precios estacionales de la energía con eliminación parcial de los subsidios económicos. Esa misma pregunta le hicieron al presidente Fernández en Alemania y desde allí lanzó el misil.
Pese a que garantizan que no pondrán obstáculos, el kirchnerismo busca por todos los medios advertir que este rumbo económico lleva a la coalición oficial al fracaso, que los aumentos de tarifas van en desmedro de la recuperación de los salarios y que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) terminará generando una recesión.
Otro ausente de la audiencia pública fue el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien lleva adelante la ejecución del compromiso con el Fondo. En su cartera estimaron que la próxima suba de la luz se ubicará en un 17% promedio para usuarios de Edenor y Edesur.
Según los ejemplos del Gobierno, un usuario promedio del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que en enero pagaba una factura final de $ 1315 pasó a abonar $ 1610 en marzo por los aumentos de tarifas destinados a recomponer los ingresos de las distribuidoras. Su factura ahora subirá a $ 1876 en junio, tras un incremento adicional de 16,52%.
En cambio, para un usuario tipo con tarifa social, la factura final que costaba en enero $ 743, en marzo trepó a $843 y en junio pasará a $ 901, una suba de casi 6,88%.
En los primeros tres meses del año, los subsidios a la energía costaron unos $ 322.984,2 millones y en todo 2022 superarían los 15.000 millones de dólares, según calcula el economista Julián Rojo, del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi.
Hoy terminan las audiencias, con el debate de la segmentación, a cargo del subsecretario de Planeamiento Energético, Santiago López Osornio.