El Gobierno asegura que va a acelerar el envío de los pliegos de las vacantes de la Justicia, incluidos los jueces de la Corte Suprema, para este segundo tramo de mandato y reabrirán un canal de diálogo con el Partido Justicialista para acordar a los candidatos en el Senado.

El nuevo juego de negociación se chocará con un Congreso con menos influencia de Cristina Kirchner y una posible intervención de Karina Milei, en medio de las redefiniciones por lo que sucederá en el ministerio de Justicia que hoy controla el asesor Santiago Caputo.

Desde la alta esfera gubernamental habían adelantado que la conversación se reactivaría este mes de noviembre. Fuentes judiciales aseguraron a El Cronista que se podría tratar de nombres nuevos y que mandarán también los más de 300 pliegos para las vacantes en la Justicia Federal.

"No está decidido (quiénes son los candidatos de la Corte Suprema), perotenemos que mandar todo, eso seguro", confirmaron desde el Gobierno durante los últimos días. De todos modos, aseguran que todavía no comenzaron a reactivarse las negociaciones: "Hablaremos cuando sea oportuno. Aún nada".

Las negociaciones por la demanda judicial habían quedado en pausa después del histórico rechazo sin precedentes de los pliegos que propuso Javier Milei para cubrir las vacantes del máximo tribunal, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.

El escándalo judicial que se desencadenó en las sesiones extraordinarias de febrero culminó con el rechazo del pedido de licencia de Lijo con firma de Mansilla asumido por decreto y con su renuncia después de la negativa del Senado a avalarlo.

Otros nombres que habían sonado en principio fueron los de Ramírez Calvo y Ricardo Manuel Rojas, de perfil liberal, pero las fuentes judiciales apuestan a que ya no están en la conversación. La negociación, por caso, también se entrecruza con los candidatos para la Auditoría General de la Nación (AGN), que también podría resurgir en los próximos meses.

Los interlocutores en las sombras habían sido Sebastián Amerio, el viceministro que responde a Caputo y hoy suena como posible sucesor de Mariano Cúneo Libarona, y el senador kircnherista Eduardo "Wado" de Pedro. Pero después de las elecciones de medio término, el escenario está más fragmentado.

La cara de la maniobra para bajarle los jueces al asesor Santiago Caputo fue orquestada por José Mayans, el jefe del interbloque de Unión por la Patria, junto a Guadalupe Tagliaferri, la larretista que preside la comisión de Acuerdos, y el radical Martín Lousteau. Hasta los aliados, como Eduardo Vischi, convocado para un último intento de salvataje, le soltaron la mano al Gobierno.

La avanzada tuvo como pedido transversal la ampliación de la Corte Suprema de Justicia, un debate que desde la Rosada postergaron hasta después de la designación de los jueces.

Con los seis del PRO, los nueve radicales, los tres de Provincias Unidas y seis senadores de partidos provinciales, el oficialismo podría conseguir más holgadamente los acuerdos para los dos tercios de los presentes que necesita para designar a los jueces. Pero no se salva de la colaboración del peronismo.

En ese momento, el asesor se negaba a ceder para acordar con el kirchnerismo duro cuando más los necesitaban y ahora pretenden hacerlo cuando menos poder de fuego tendrán. Sin embargo, un dato que no escapa en la dinámica del Gobierno con la oposición es que el sector que responde a la hermana del Presidente, Karina Milei, ya viene tejiendo puentes con Cristina Kirchner.

En la Cámara de Diputados el kirchnerismo fue funcional silenciosamente para evitar que se avancen con pedidos de juicio político contra Milei y frenar o ralentizar maniobras por el Caso LIBRA, mientras que LLA fue funcional a la expresidenta en lo que fueron las múltiples caídas de Ficha Limpia.

Puntualmente Martín Menem, el presidente de la Cámara y mano derecha de Karina Milei, se puso al frente de estas negociaciones. Su avanzada por la victoria electoral que dejó en vistas la solidez de la estrategia política que orquestaron también junto a Eduardo "Lule" Menem interfiere en el reacomodamiento político del Gobierno, ¿pero podría significar que los Menem intervengan en el área de Justicia que maneja Santiago Caputo?

Desde el entorno del diputado niegan que ninguno de los dos vaya a involucrarse, pero fuentes del partido consultadas por El Cronista aseguraron que está la posibilidad de que"alguien del karinismo" sí lo haga. Por caso, un trascendido de peso es que la propia Karina tiene vínculo cordial con Cristina Kirchner.

El revuelo por la interna del PJ se entrecruza, así, con la propia interna en LLA que deberá resolverse de cara al recambio legislativo en términos de ordenar la negociación política y a los interlocutores.

Quién terminará presidiendo la cartera judicial que hoy maneja extraoficialmente Amerio será una determinación clave, pero a priori Cúneo Libarona permanecerá en su puesto pese a haber amagado con su renuncia.