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El economista Fausto Spotorno, director de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, planteó un panorama complejo para la economía argentina y el plan para acumular dólares del gobierno de Javier Milei.

“Estos dos esquemas no son sostenibles, ninguno de los dos”, sentenció Spotorno al referirse al modelo de 2024 —basado en devaluaciones y recesión para generar superávit comercial, explicó— y al de 2025, que depende del FMI y la inversión privada. “En algún momento hay que acumular reservas”, advirtió.

En diálogo con Radio La Red, el economista sostuvo qué ninguno de los esquemas aplicados hasta ahora resulta sostenible en el tiempo y repasó cómo funcionó la economía durante el último año.

“En el 2024, cuando asume el Gobierno, veníamos de una recesión importante que empieza a mediados del 2023. Después viene la corrección del tipo de cambio y del principio del gobierno de Milei; eso genera una caída aún más de la actividad económica los primeros tres meses del año y un aumento en el superávit comercial muy fuerte por la recesión y la corrección del tipo de cambio”, detalló en este sentido.

Cómo conseguir dólares sin sacrificar estabilidad, según Spotorno

El economista planteó que el dilema central del Gobierno es acumular reservas sin disparar la inflación ni el dólar. “Acá es donde viene el tira y afloja, porque el Gobierno dice: ‘Mirá, yo no puedo estar comprando reservas porque para comprar reservas tengo que emitir pesos’. Y, volviendo al comienzo de esta conversación, la inflación no me está bajando”, explicó.

Según Spotorno, si el Gobierno sale a comprar reservas en gran cantidad, generará una emisión monetaria muy grande que complicará aún más la baja de la inflación, e incluso podría provocar una corrección del dólar.

“Entonces, ¿cuál es la alternativa del Gobierno? Bueno, tratar de demostrarle al mercado que puede colocar deuda. Y que no son necesarias las reservas. Que puede conseguir deuda para renovar la deuda. O sea, que puede pagar la deuda con nueva deuda”, planteó el economista al explicar la estrategia oficial detrás de la reciente colocación de bonos.

El año pasado, según detalló Spotorno, el superávit comercial permitió comprar reservas para pagar la deuda. Pero en 2025, con la economía recuperándose, ese superávit desapareció y el Gobierno tuvo que recurrir a otras fuentes: el blanqueo de capitales y las inversiones en Vaca Muerta sumaron cerca de u$s 17.000 millones, más los fondos del FMI.

Sin embargo, “el Gobierno nunca logró acumular reservas en neto, porque entraban dólares por un lado y salían para pagar la deuda”.

“La única forma, y como hacen todos los países del mundo, es renovar la deuda. O sea, cuando vence una deuda, colocar una deuda y así no tener que estar pagando la deuda. Y eso es, para mí, la clave del sector externo durante el 2026”, explicó Spotorno.

El problema para Spotorno es que Argentina todavía no tiene acceso pleno a los mercados internacionales. Además, el Gobierno evita colocar mucha deuda en el mercado local en dólares “porque prefieren que ese mercado se use para las empresas locales”, según explicó el economista.

El mercado local es muy chiquitito. Entonces, si el Gobierno argentino; que es un elefante en un bazar, entra a colocar deuda, en dos segundos absorbe todo el mercado y no queda mercado para que puedan colocar deuda las empresas que tienen que invertir”, graficó.

Fausto Spotorno.

Pese a todo, el Gobierno tuvo que hacer una colocación mixta de bonos —parte en Argentina, parte en el exterior— porque “necesita plata para acumular reservas y, en realidad, para comprar reservas y conseguir los dólares para pagar la deuda”.

Para que Argentina pueda volver realmente a los mercados, según Spotorno, “tiene que poder colocar deuda en los mercados internacionales a una tasa que esté por debajo del 10% seguro, idealmente por lo menos empezar con una tasa del 8%, 8 y medio”.

El economista destacó una rareza del mercado argentino: “Hoy la Ciudad de Buenos Aires coloca a esa tasa e YPF coloca a esa tasa. La rareza en Argentina es que el Estado Nacional consigue más tasa, paga más tasa que la Ciudad de Buenos Aires o que una empresa argentina. Eso es raro”.

Inflación: el dato que no cede

La inflación de noviembre se ubicó en 2,5%, por encima del 2,3% del mes anterior, y acumuló 31,4% en los últimos 12 meses. Para Spotorno, el dato demostró que “la inflación está mostrando cierta persistencia y que está costando bajarla”.

El economista identificó varios factores que explican estos niveles: “Hubo una corrección muy fuerte del tipo de cambio en todo el periodo preelectoral que no se reflejó tanto en la inflación. Y lo que se esperaba en general, está bien, no se reflejó, por suerte no se reflejó tanto en la inflación, pero algunos impactos de eso todavía persisten”.

A eso se suman aumentos de tarifas que vuelven a corregirse después de haber quedado pausadas por el tema electoral, y el aumento del precio de la carne. “Con lo cual calculamos que vamos a estar unos meses más con estos niveles de inflación en torno al 2% o un poquito por arriba”, proyectó.

Sobre la promesa de Milei de llegar a inflación cero en junio, Spotorno fue cauto: “Yo creo que la tendencia de la inflación va a seguir siendo a la baja, porque la política monetaria sigue siendo restrictiva y la política fiscal también. Entonces, eso va a tender... tarde o temprano la inflación va a tender a bajar de vuelta. Lo que sucede es... no sé si como para llegar a cero en junio, eso ya no lo vemos”.

El economista proyectó que la baja se retomará recién en el primer trimestre de 2026, “o sea febrero-marzo del año que viene y posiblemente, casi seguro, en el segundo trimestre”.

Sin embargo, advirtió que perforar el rango del 2% al 1% será particularmente difícil: “Bajar un punto de inflación cuando estás en 2% de inflación, es bajar la inflación a la mitad. Con lo cual creo que vas a tener todo un 2026, por lo menos la primera parte, casi seguro el primer semestre de 2026, combatiendo ese punto”.

La buena noticia, según Spotorno, es que “una vez que la inflación perfore el 1%, ahí ya vamos a ver un derrumbe de la inflación a nivel mensual”.