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El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó por la inflación y advirtió que las expectativas están desancladas, mientras que mantuvo el crecimiento en 4%. Para los economistas locales, el índice de precios entró en un terreno mensual con piso en 6% y oscila hasta el 7%.
En julio, sin embargo, en medio de la disparada de los dólares blue y financieros y una brecha que llegó al 160%, el mes puede marcar un 8%, lo que lo convertiría en la inflación mensual más alta en los últimos 30 años.
Con el nuevo piso mensual, la Argentina queda en la puerta de un régimen de alta inflación, por arriba de los tres dígitos, es decir, con un IPC del 100%.
A nivel global, el aumento de la inflación se materializa en los cálculos del FMI, que eleva los pronósticos en casi un punto a 8,3% para la inflación mundial este año y 5,7% el próximo. La suba de precios recién volvería a niveles pre pandémicos en 2024 y bajar la inflación será "más costoso de lo esperado" por el ajuste de política monetaria que podría impulsar a una recesión.
Hasta la tercera semana de julio en la Argentina, de acuerdo con los datos de LCG, la inflación de alimentos acumuló 6,3% mientras que mensualizada dejó una suba de 8,6%. Más del 30% de los productos relevados mostraron aumentos, según detalla la consultora.
crecimiento
Para la Argentina, el Fondo había validado el 4% de suba del PBI en la última revisión y un 51,7% de inflación promedio para este año en abril. En esta revisión, el PBI no tuvo cambios. El Gobierno espera que se mantenga el crecimiento.
La subdirectora de Estrategia del FMI Petya Koeva Brooks indicó que "se vio un fuerte rebote en la actividad y la expansión sigue pero los factores globales van a pesar. El crecimiento no cambia pero todos los riesgos marcan una baja". Y anticipó que el equipo del FMI "va a hablar con las autoridades de la Argentina en el contexto de la segunda revisión".
En términos de actividad los economistas esperan una desaceleración para la segunda mitad del año que llevará el PBI de 2% a 2,5%. Para diciembre, se prevé una caída interanual del 4% por la incertidumbre política, el gasto público acotado, dificultades de financiamiento y el impacto del cepo.
La prioridad es "devolver la inflación a un entorno más estable", admitió el FMI, que detalló que "la situación en Argentina es preocupante. La inflación está desanclada, y la medición año a año a junio está en 64%. Bajar la inflación y generar un ambiente más estable tiene que ser la prioridad absoluta. Las políticas que se pusieron en marcha, si lo van a poder hacer, es algo que todavía está por verse".
El FMI advirtió que la economía global, aún tambaleándose por la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, está frente a un panorama cada vez más sombrío e incierto. Muchos de los riesgos a la baja señalados en abril han comenzado a materializarse", dijo Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico y director de investigación del FMI.