El Gobierno avanza con la reforma tributaria y contempla la modificación del monotributo entre las principales medidas. Esto iría en línea con el objetivo del Gobierno de ampliar la base tributaria.
Mientras la reforma laboral ya circula entre cámaras y despachos, el Gobierno negocia bajo siete llaves la reforma tributaria que, anticipan, será la más difícil de las reformas que entrarán al Congreso a partir del próximo 10 de diciembre.
Según trascendió en las últimas horas, una de las alternativas en negociación es la modificación del monotributo para avanzar con un esquema que ya funciona en España.
En agosto se registraron 2.794.000 de trabajadores independientes, entre monotributistas y autónomos. Además, el Gobierno ya había eliminado el monotributo social, que implicó la salida de la formalidad de cerca de 390.000 trabajadores.
Entre las intenciones del Gobierno está la de achicar el universo compuesto por el monotributo, que representa aportes a la recaudación significativamente menores que los de los trabajadores privados registrados, y que los de los responsables inscriptos. Estos últimos tienen aportes superiores e ingresan en el universo de los contribuyentes que pagan Ganancias e IVA, ambos impuestos coparticipables
El ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado que estaba en revisión la baja de los aportes y contribuciones patronales con la alternativa de ir hacia un esquema de fondo de cese, aunque no dio mayores precisiones al respecto.
Esta modificación se contempla que ingresaría a través de la reforma tributaria. Esto es porque, en parte, la reforma laboral cuenta con una negociación amplia con la CGT y están en revisión nuevos esquemas de trabajo así como bajas en los aportes a los sindicatos.
La tributaria se estima que será la más áspera de pasar. Es que involucrará también a los gobernadores que pueden ver afectada la recaudación por la baja de algunos tributos. Conocedores de las negociaciones por la reforma laboral y tributaria aseguraron que el tema estará en la reforma tributaria.
Uno de los cambios que serviría para reemplazar el monotributo si entraría a través de la reforma laboral. Esta es una figura basada en el TRADE español, un autónomo económicamente dependiente, entendido como el que percibe al menos el 75% de sus ingresos de un solo cliente, pero con derechos son similares a los de un trabajador por cuenta propia.
La eliminación total del monotributo es parte de una discusión más compleja. “Si sacas el monotributo le aumentas la presión a todos los que expulsas de ese régimen”, advirtió el abogado tributarista Diego Fraga.
Según explicó, hoy este régimen cubre tres impuestos: IVA, Ganancias y Seguridad Social. “Si le sacas el monotributo, no solo van a tener incrementada su carga impositiva en materia de impuesto a las Ganancias, es decir, van a empezar a pagar impuesto a las Ganancias que llega al 35%. Es mucho más que lo que se paga como monotributista”.
A eso se suma el IVA, que cuando se prestan servicios al consumidor final debería ser trasladado al costo del cliente. Además, advirtió: “Hoy en día, lo peor que se puede ser es ser autónomo. Porque además de la carga impositiva, que es más alta, te aplican retenciones y percepciones mucho más altas. Es decir, te hacen pagar anticipadamente impuestos que por ahí ni siquiera te da pagar después”.
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