La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) advitió hoy sobre la situación del sector, al que ve con “preocupación”, debido a que las restricciones en la compra de moneda extranjera hicieron del 2012 el año más “difícil de la última década”.

“Esta parálisis inmobiliaria no ayuda fundamentalmente al desarrollo del país, ni a ninguno de sus actores, sean estos intermediarios u operadores del sector agropecuario, y mucho menos a los inversores que desean seguir invirtiendo en tierras productivas”, señaló CAIR en un comunicado.

Al hacer un balance anual, la institución evaluó que “la actividad inmobiliaria rural está transitando el último mes del año 2012, el cual ha sido sin ninguna duda, el más difícil de la última década, evidenciado en la fuerte caída de las operaciones realizadas”.

Entre las principales causas de la actual situación que atraviesa el sector mencionó el cepo cambiario que “impide que las operaciones inmobiliarias se realicen en dólares, imponiendo cambios de moneda en un mercado que históricamente cotizó en dólares”.

También se refirió a la Ley de Tierras que “a un año de su promulgación, aun no está operativa y no permite que el extranjero compre tierras, cualquiera sea su tamaño, utilidad, ubicación y uso”.