

En un clima calmo y con pocos cruces, el Congreso comenzó ayer a debatir la legalización del aborto; mientras en las calles convivían con metros de diferencia manifestaciones de apoyo y de rechazo a la iniciativa. La discusión arrancó en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados, adonde expusieron, durante la mañana, 16 figuras a favor y, durante la tarde, 16 en contra.
Los puntos y contrapuntos clave de la discusión pasaron por la constitucionalidad del proyecto, el comienzo de la vida humana y la habilitación o no de la objeción de conciencia para los profesionales de la salud en caso de aprobación de la ley.
Uno de los primeros expositores por la legalización fue el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien dijo que no hay obstáculos normativos para despenalizar el aborto hasta la semana 14 de gestación. "No hay restricciones", aseguró. Y se ocupó especialmente de citar jurisprudencia del ex juez de la Corte Suprema Rodolfo Barra, quien horas más tarde expondría en contra del proyecto. Gil Domínguez subrayó: "El derecho penal y el civil argentinos han tomado el nacimiento como un punto crucial de distinción entre la persona nacida y por nacer".
Barra marcó su disidencia. Consideró que el proyecto es contrario a la Constitución porque "la vida humana comienza desde la concepción", pues "así lo afirma la Convención de Derechos del Niño, con jerarquía constitucional". Barra definió incluso como "muy equivocado" e "inconstitucional" el fallo FAL de 2012 de la Corte Suprema, que estableció que el aborto no es punible cuando interrumpe un embarazo producto de una violación.
También habló de ese fallo la doctora en Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica Úrsula Basset. La niña del caso FAL se salvó de seguir siendo abusada gracias a su embarazo. Reflexionemos y no hagamos leyes cómplices del abuso, pidió y provocó una pequeña ola de indignación entre las diputadas pro legalización.
"Hago un llamado a los legisladores para que pasen a la historia. Porque cuando uno da derechos a más de la mitad de la población, pasa a la historia", exhortó a su turno Nelly Miryensky, integrante de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Sandra Vázquez, ginecóloga infantojuvenil del Hospital Argerich, advirtió al igual que el especialista en ética aplicada Marcelo Alegre, que la objeción de conciencia "no puede obstruir el acceso de las mujeres a un derecho".
En defensa de la legalización hablaron las actrices Verónica Llinás, Griselda Siciliani y Carla Peterson, y el periodista Luis Novaresio, quien protagonizó el único cruce áspero de la tarde, al reclamarle personalmente a la macrista Carmen Polledo que apoye el proyecto.













