

La Ciudad de Buenos Aires se caracteriza tanto por una fuerte presencia de micro, pequeñas y medianas empresas, así como por actividades de autónomos y comerciantes. El sector de servicios representa el 85,3% del empleo formal, y el comercio -sumado a las actividades privadas relacionadas- el 41.1% de los trabajos formales, según las estadísticas oficiales. Sin embargo, todos estos sectores que dinamizan la ciudad, vieron reducida su actividad por la pandemia, y no contaron con el apoyo suficiente del gobierno porteño.
La cantidad de empresas registradas muestra que el 95% de las mismas son pequeños y medianos emprendimientos dentro de la estructura productiva, mientras que los grandes establecimientos son apenas el 5% del total.
La ausencia de políticas específicas y de asignación de partidas presupuestarias desde el gobierno porteño que pudieran sostener la economía del distrito durante la crisis de covid-19, es preocupante. De hecho, se produjo destrucción de empleo genuino en comercios y actividades de servicios: en el bimestre mayo-junio de 2021 el número de locales vacíos, tanto en alquiler, en venta o sin actividad, en las principales zonas comerciales de la ciudad subió 86,2 %, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.
En el sector del turismo, por la caída de los viajes internacionales, la industria hotelera de la Ciudad sufrió particularmente los efectos de la pandemia, si se compara la situación con otros destinos del país. El rubro presenta una de las tasas de empleabilidad mas elevadas del sector privado, y su nivel de formalidad supera el 90% de los puestos de trabajo. Sin embargo, la ausencia de medidas específicas para este sector, por parte del gobierno de la Ciudad deja a esta industria en mayores dificultades. Y así, podrían enumerarse varias ramas de actividad que han quedado desamparadas.
No obstante, el panorama podría ser aún peor de no haberse implementado desde el gobierno nacional los programas que sostuvieron el ingreso de trabajadores formales e informales: el de Asistencia al Trabajo y Producción(ATP), el Ingreso Familiar de Emergencia(IFE), el programa PreViajey las políticas dirigidas a impulsar el consumo, como el "Ahora 12".
Resulta evidente la necesidad de que esta situación se revierta en forma urgente, con un abordaje presupuestario que contemple las características económicas de cada zona, con rebajas tributarias para la radicación de nuevos emprendimientos y la consecuente mayor empleabilidad de personal para estos sectores de la actividad económica que son trabajo-intensivos.
La Ciudad debe garantizar no sólo la continuidad de los empleos existentes en el entramado productivo del distrito, sino también diseñar políticas para la creación de nuevas Pymes, simplificando trámites y estableciendo fuertes incentivos para la generación de puestos de trabajo.
En definitiva, se necesita una fuerte convicción en donde poner el foco, priorizando la recuperación del empleo y el desarrollo de políticas que apoyen a comercios y Pymes, para lo cual es imprescindible la redefinición de prioridades en las partidas del presupuesto porteño.














