El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) fue una medida excepcional implementada por el Gobierno Nacional durante el año 2020, cuyo objetivo fue brindar un aporte extraordinario ante la disminución o pérdida de ingresos debido a la situación de emergencia sanitaria generada por el COVID-19.
El IFE estaba destinado a personas desocupadas, inscriptas en la categoría "A" y "B" del monotributo; a personas inscriptas en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo Independiente; a quienes se desempeñen en la economía informal y a aquellas personas declaradas en el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares.
El Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó a comienzos de junio del corriente que no se descartaba la posibilidad de un cuarto IFE. Días más tarde, el titular del Ministro de Trabajo, Claudio Moroni, afirmó que definitivamente no está previsto un nuevo bono por $10.000 correspondiente al Ingreso Familiar de Emergencia. Tras la derrota del Gobierno en las PASO, otra vez se especula con el relanzamiento del programa.
Para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia era necesario tener entre 18 y 65 años y ser argentino nativo o naturalizados con residencia legal en el país dos años o más. Asimismo, en el grupo familiar nadie podía tener ingresos por prestación por desempleo ni ser monotributistas de categoría "C" o superiores; no percibir jubilaciones, pensiones o retiros de carácter contributivo o no contributivo, fueran nacionales, provinciales, municipales o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; no debían tener trabajos en relación de dependencia registrados en el sector público o privado, ni estar cobrando planes sociales o salarios sociales complementarios.