La semana pasada decíamos en El Cronista que el ministro Luis Caputo se jugaba "all in" a una apuesta riesgosa: el oficialismo salía bien parado de las elecciones bonaerenses y este lunes comenzaba el retorno a la normalidad, es decir, tasas y riesgo país a la baja y tipo de cambio tranquilo. Todo alineado como para emerger de las elecciones de octubre más fortalecidos para así avanzar con las famosas "reformas pendientes".

No ocurrió nada de eso.

Ahora el mercado espera un reseteo del programa, pero la primera reacción de Caputo fue redoblar la apuesta: "Nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario. Un abrazo a todos". Lo dijo minutos después de que el presidente Javier Milei afirmara: "Vamos a seguir defendiendo con uñas y dientes, y con todo lo que tengamos, el equilibrio fiscal. Vamos a seguir manteniendo la fuerte restricción monetaria. Vamos a mantener el esquema cambiario. Vamos a seguir redoblando esfuerzos en nuestra política de desregulación. Vamos a seguir mejorando en nuestra política de capital humano. Vamos a seguir manteniendo las reformas."

No es lo que imagina el mercado o los analistas, que se hacen muchas preguntas respecto a cuál será la hoja de ruta de acá a octubre. De los contactos con un par de banqueros y otros tantos ejecutivos de empresas de primera línea realizados este lunes, surgieron estas preguntas, que podrían tal vez convertirse en un "to do list".

¿Qué va a pasar si finalmente llega el día en que el dólar toque el techo de la banda cambiaria? ¿Valdrá la pena intervenir con las reservas en poder del BCRA? O será el momento de resetear la banda cambiaria, por lo menos el techo, ya que del piso -hoy en lejanísimos $855- nadie se acuerda.

Tal vez el desplome de bonos y acciones, el salto del dólar y del riesgo país puede estar reflejando cómo caen en los mercados las ideas económicas del gran ganador del domingo. (Fuente: Archivo)
Tal vez el desplome de bonos y acciones, el salto del dólar y del riesgo país puede estar reflejando cómo caen en los mercados las ideas económicas del gran ganador del domingo. (Fuente: Archivo)

Un buen test de fortaleza del "modelo", o lo que quede de él, será ver qué pasa con la inflación. El plan se bancó un salto del dólar del 13% en julio sin que prácticamente se notara en la inflación. El anticipo del IPC porteño (1,6% en agosto) hace presumir que la inflación del mes pasado a nivel nacional se movió dentro de niveles aceptables. ¿Pero qué pasará con la inflación si, eventualmente, se mueve el techo de la banda cambiaria? ¿El ancla fiscal y la falta de pesos funcionarán verdaderamente como ancla que contenga la suba de precios?

Un test urgente: la refinanciación de la deuda en pesos por algo más de $7 billones que vencen esta semana. Con la derrota electoral sobre la mesa y el dólar acercándose al techo de la banda - hoy en $1465- el resultado de la licitación de este miércoles será una señal importante. En la última licitación el Tesoro pagó tasas del 75% anual por las letras a 30 días. Y aún con esas tasas, altísimas en términos reales, el dólar no afloja. "Si el Gobierno no puede bajar las tasas para que el dólar no se escape, será difícil pensar en un repunte de la ya enfriada actividad económica y de la recaudación impositiva. Más presión sobre el equilibrio fiscal." resumían en una consultora que prefiere el off para no ganarse más insultos (ya los recibió meses atrás) de los funcionarios.

El otro gran desafío es el refinanciamiento de la deuda en dólares. Caputo apostaba a que el resultado electoral despejara dudas y gatillara una caída del riesgo país. Este lunes superó los 1000 puntos, estaba en 580 a principios de año. Imposible pensar, por ahora, en lograr un rollover de la deuda en dólares, imprescindible para afrontar los vencimientos de casi u$s 20.000 millones en 2026.

También aparece un hito en donde la política y la economía deberán dirimir un tema central: el Presupuesto 2026. ¿Qué margen de maniobra va a tener el Gobierno para insistir con el equilibrio fiscal si todas las provincias están pidiendo más fondos, "más federalismo"? Imposible saberlo hoy.

Desde ya, la derrota electoral que sufrió este domingo La Libertad Avanza deja otras lecturas accesorias: a Macri le dijeron que perdió por exceso de gradualismo. A Milei le hacen pagar, además de los errores de eso conocido como "armado", su política de shock. ¿Será que a Macri le facturaron los buenos modales y a Milei todo lo contrario?

Dejando de lado el real impacto de los presuntos casos de corrupción, también habría que mirar qué relación hay entre el voto del domingo y el bolsillo de los que fueron a votar.

Días atrás la consultora Empiria resumió en números lo que bien podría traducirse como el "estado de ánimo" con el que los bonaerenses, y sobre todo en el Gran Buenos Aires, fueron a votar.

Si bien los ingresos reales subieron 2% en junio respecto a noviembre de 2023, es decir en el final del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, el ingreso disponible (el que queda para gastar libremente luego de afrontar los gastos fijos de los servicios públicos, transporte, eventualmente educación y medicina privada) cayó 7%, en tanto los mencionados gastos fijos subieron 50%. En otras palabras: las familias tienen un poquito más de ingresos reales pero los gastos crecieron mucho más. "No hay plata".

Sobre esta realidad, el ministro de producción bonaerense y un hombre muy cercano al gobernador Axel Kicillof, Augusto Costa, afirmó ayer mismo: "Los bonaerenses vieron que el plan económico no estaba dando resultados, y no están de acuerdo con la motosierra y el ajuste. Los bonaerenses con su voto ratificaron su apoyo al plan que Kicillof viene aplicando en la Provincia hace seis años".

Tal vez el desplome de bonos y acciones, el salto del dólar y del riesgo país, no fue solo la reacción ante el voto castigo a Milei. También debe estar reflejando cómo caen en los mercados las ideas económicas del gran ganador de este domingo electoral.