¿Uberización para todos? Cómo va a ser el trabajo después de la pandemia

El home office puede ayudar a que el trabajador sea más libre, pero al mismo tiempo sobre bases más precarias en lo laboral. Plantea un desafío tanto para el empleado como para el jefe que debe liderar desde su computadora. Especialistas desarrollan los beneficios, el lado B de la flexibilización laboral, y las puertas que se abren en materia de legislación laboral.

Quedan pocas dudas de que la pandemia va a significar un antes y un después para los espacios de trabajo. Oficinas con carteles que recuerden lavarse las manos, ascensores con pocas personas, saludos de codo y desinfectante en todas partes. El presidente Alberto Fernández lo dijo en su último discurso: "Todos los que vuelvan a trabajar tienen que saber que el mundo es distinto . En este sentido, ¿pasará a ser permanente la fusión del espacio laboral con el hogar en la nueva normalidad post pandemia?

Estas tendencias en la forma de trabajar ya estaban disponibles, pero algunas costumbres ralentizaban su desarrollo. Con la restricción a la circulación muchas personas se vieron obligadas a abandonar esas viejas costumbres y más comercios ampliaron su logística y red de distribución.

"Una vez que se terminen las restricciones, estas formas de trabajar que todavía no habían alcanzado tanta generalización van a estar más presentes. Habrá más teletrabajo y más ventas online , explica Daniel Nieto, economista y magíster en Políticas Sociales de la London School of Economics.

En esta línea, el ministro de Trabajo de Alemania, Hubertus Heil, dijo hace unos días: "Todos los que quieran y cuyo lugar de trabajo lo permita deberían poder trabajar desde casa, incluso cuando la pandemia haya terminado , y adelantó que están trabajando en una nueva legislación para regular el teletrabajo.

Costos y productividad

El quid de la cuestión es el trade off entre la reducción de costos y el aumento de la productividad. Forbes dio a conocer que el home office, en la Ciudad de México, aumentó un 28% la productividad de las empresas. El caso azteca podría inspirar a que grandes compañías busquen reducir cada vez más sus espacios para ahorrar alquileres y ciertos gastos como limpieza, seguridad y servicios.

Estas nuevas formas de trabajo son habitualmente interpretadas de dos maneras no necesariamente antagónicas, pero sí diferentes.

Una mirada es que hay cierta posibilidad de conciliar mejor la vida personal con la laboral. Un ejecutivo de cuenta especializado en comercio exterior que vive en San Fernando y trabaja en Retiro comenta: "Perdía casi dos horas por día de viaje, recuperar ese tiempo es un placer, y también evitar los costos .

Por otro lado, se incrementan los gastos en servicios de los empleados y el aumento de las relaciones laborales más precarias que, según Nieto, "nos alejan del modelo de trabajador asalariado fijo al punto de trabajo en un establecimiento grande para pasar a la idea de un consultor personal que trabaja por objetivos desde su casa por contratos temporarios .

Tres características para el home office

Matias Ghidini, especialista en mercado laboral y General Manager de GhidiniRodil, coincide con Nieto: "El trabajo seguramente no vuelva al mismo lugar donde estaba antes , y señala tres características que tienen que darse para poder hacer home office:

  • primero, que la tarea sea teletrabajable, dado que el servicio que brinda un hotel o ciertos procesos productivos por su naturaleza no pueden hacerlo;
  • en segundo lugar, las personas tienen que desarrollar ciertas competencias como proactividad, autonomía, organización y autocontrol para no dispersarse;
  • y, por último, los jefes tienen que tener claro cómo liderar de manera virtual

"El equipo se puede liderar bien y noto que somos más eficientes: un reporte que antes sacábamos en dos días ahora lo hacemos en uno. Hay que tener conducta y un lugar apropiado. Aun así el horario de trabajo se hace más extenso, arranco a las ocho y no corto hasta las siete y media de la tarde , comparte una gerenta de un banco internacional con sede en microcentro. 

Marco jurídico

Para que estos mecanismos de trabajo más flexibles avancen hay que evitar que signifiquen una exposición a la inseguridad económica.

Actualmente en Argentina no hay un instrumento jurídico específicamente diseñado para el teletrabajo, sino un conjunto de leyes que incluyen a la actividad. La principal es la Ley de Contrato de Trabajo (Ley 20.744) que data del año 1976.

Nieto, especialista en gestión de proyectos y programas sociales, propone pensar "alternativas por las cuales las protecciones sociales van por el carril de la ciudadanía y no tanto por el carril de la relación laboral. Pisos mínimos de ingresos garantizados, o aquellas que no discriminan entre contribuyentes o no al sistema de protección social para otorgar beneficios (porque tienen el sistema más financiado sobre impuestos generales, que por sobre nóminas salariales) .

Ambos especialistas coinciden en que este cambio no va a impactar en el porcentaje de agremiados de la población, más allá de que a partir del home office se esté más aislado. Comentan que aparecerán nuevos mecanismos para que no se debiliten los espacios colectivos de acción política.

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