El conflicto social desatado en Bolivia sigue escalando y tiene repercusiones políticas en la Argentina. El presidente electo, Alberto Fernández, volvió a considerar que "es una vergüenza discutir si es un golpe de Estado o no" lo sucedido en Bolivia y advirtió que la crisis institucional que afecta al país vecino es "definitivamente mala para el continente". "Es una vergüenza lo que pasó en Bolivia, es una vergüenza discutir si es un golpe de Estado o no, y es una vergüenza la actitud de la Organización de Estados Americanos (OEA), sostuvo el futuro mandatario en Radio 10. Y no se quedó ahí: "Tampoco comparto lo dicho por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, no hay ningún ejército victorioso, no es verdad que el Ejército de Bolivia haya garantizado la democracia, en todo caso la impidió", remató.
Los dichos de Alberto también dan cuenta de un posicionamiento que el gobierno de Mauricio Macri no tuvo, no tiene, ni va a tener hasta el final de su mandato. De hecho, Cambiemos se mostró cauto con Bolivia pero no dudó en su momento en calificar como dictador al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Mauricio Macri contó con el apoyo explícito de Estados Unidos durante su mandato. Es más, fue el presidente Donald Trump el que hizo fuerza para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgue a la Argentina el mayor crédito que concedió en su historia.
"Quiero tener la mejor relación con EEUU., y eso supone decirnos las cosas francamente", dijo Alberto
Como contrapartida al apoyo, Estados Unidos siempre pensó que iba a contar con el aval de Macri para su principal preocupación en el sur de América hasta hace apenas unos meses: Venezuela. El Presidente argentino nunca titubeó a la hora de ponerle calificativos negativos al gobierno de Maduro. Es decir, Trump cumplió con Macri y Macri con Trump. También es cierto que el compromiso nunca fue mayor porque Venezuela, a pesar de la crisis, y con sus ideas y vueltas, no estalló.
Sin embargo, Alberto no parece seguir la misma senda que Macri. Antes de asumir ya marcó su posición con Bolivia y condenó el accionar de Estados Unidos. Ayer, Trump dijo que "Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir libertad y al ejército boliviano por acatar su juramento de proteger no solo a una persona, sino a la Constitución boliviana". Hoy, Alberto afirmó que Estados Unidos volvió a las peores épocas de avalar golpes de Estado en América latina. Fernández también dijo que se comunicó con el Departamento de Estado y les hizo saber que fue muy poco feliz el comunicado. "Quiero tener la mejor relación con Estados Unidos, y eso supone poder decirnos las cosas francamente", completó Fernández.
Lo que está claro es que cada Gobierno elige a sus aliados, a sus enemigos y también las diferentes formas de negociar. La grieta, también llega hasta ahí.
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