

Como respuesta al horror y la barbarie y sobre la base del respeto, la empatía y la solidaridad, la Declaración Universal de los Derechos Humanos surgió como una herramienta necesaria para proteger y garantizar los derechos y libertades de todas las personas sin ningún tipo de distinción.
Valores también que emergieron durante esta pandemia, tiempo que nos obliga a cuidarnos, a contener y a acompañar como nunca antes, entendiendo que en una comunidad, los esfuerzos deben ser colectivos.
Este 10 de diciembre celebramos una fecha que se convirtió en un símbolo del Nunca Más. Nunca más atropellos, represión, violencia, abusos y vulneraciones a los Derechos Humanos y a la Democracia. Vemos con satisfacción el consenso en defender al Estado de Derecho y sus instituciones, aunque debemos ser conscientes de las cuentas pendientes y desafíos que atravesamos como sociedad.
Por eso, es momento de potenciar el compromiso del sector público, el privado, la sociedad civil y los organismos internacionales para explorar distintos escenarios y articular las respuestas a las demandas y necesidades actuales, desde una perspectiva de Derechos Humanos.
El balance del Primer Plan Local de Acción en Derechos Humanos que presentamos en este aniversario, refleja la responsabilidad que asumimos desde todas las áreas del Gobierno de la Ciudad en la promoción y protección de los derechos de los vecinos y vecinas, a través de un sinnúmero de políticas públicas.
Este Plan Local constó de 240 iniciativas y políticas planificadas para el período 2019-2020 que apuntaban a lograr mayor igualdad de oportunidades, la erradicación de toda forma de violencia y/o discriminación y el alineamiento con la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
Este Plan Local profundizó políticas y acciones para la promoción activa de derechos de quienes viven, visitan o transitan la Ciudad. Es decir, a favor del pleno desarrollo de las capacidades de las personas, la igualdad de género, la diversidad y la sustentabilidad como ejes prioritarios para el goce y el ejercicio de los derechos. En este contexto, las políticas públicas han incentivado la multiplicidad de derechos, como el de acceso a la educación, a la salud pública y a políticas habitacionales, entre otras.
Es parte de nuestra cultura de gobierno asumir compromisos públicos, transparentar los procesos y rendir cuenta de los avances y alcances de las políticas implementadas, facilitando el acceso a la información de manera simple y clara. A través de la publicación de este balance que toma estado público, cumplimos en informar que, el 78% de los compromisos fueron completados total o parcialmente, incluso a pesar del contexto donde muchos proyectos debieron ser reprogramados por la emergencia sanitaria del Covid-19.
Este balance es simplemente el cierre de un primer proceso. Es nuestra vocación seguir trabajando de manera articulada en la promoción y ampliación de derechos desde una agenda actual, comprometida con su historia, con su presente y con un futuro sostenible.
Tenemos la convicción de que el diálogo y el respeto por la diversidad nos dan la oportunidad de construir con mayor equidad mejores condiciones de vida, logrando una Ciudad cada vez más inclusiva y plural en donde se puede ser, sentir y vivir con libertad y dignidad.














